Ahora ya es patrimonio nuestro en esas tierras rioplanteses, pero del popular plato italiano podemos decir que dos veces bajó del barco. La primera fue cuando la papa de las cumbres / pampas andinas llegó a Europa, donde se la llamó patata (España y donde la llevaron, Italia)- potato en las islas británicas – pomme de terre o simplemente pomme en Francia…
En otros barcos llegaron los Gnocchi desde Italia a la Argentina
Casi lo primero que hicimos con ese plato que los italianos crearon con ese tubérculo que revolucionó la alimentación en Europa, fue transformar el gnocchi original con la «ñ» que los itálicos y franceses generan con «gn». ¡Allí están nuestros ñoquis ya centenarios!
Viernes 29, esa costumbre de los italianos del norte
Si tuvimos un aluvión de inmigrantes italianos, en mi caso los cuatro abuelos /nonni, fue porque en Italia y también España, la industrialización se retrasó y desde mediados del Siglo XIX emigraron muchos de sus habitantes. En esas crisis que fueron muy agudas en las áreas agrícolas del Po y otras regiones de Italia, también muchas de las familias pudientes vieron diluirse sus riquezas.
Fue entonces cuando los que conseguían mantener un buen nivel de vida, una vez al mes, los días 29, invitaban a un vecino, pariente o amigo con su familia a comer, siendo los gnocchi el plato principal. Para no herir el orgullo del cabeza de familia de los invitados (Y para que no fuera un préstamo, ni constituyera ningún compromiso) el anfitrión en el momento de acercarle la comida humeante, deslizaba un gettoni d’oro /moneda de oro debajo del plato. Esta ceremonia que todos conocían pero, como en los trucos de los magos, nadie develaba, se completaba cuando en algún momento el visitante se hacía con ese preciado tesoro que les serviría para comer un mes completo, hasta el siguiente 29! En Argentina esto se ha trasladado a considerar tal día del mes como de suerte y, por supuesto, comer ñoquis!
La receta de los ñoquis seguro que la conocen
Recordemos que si a los ñoquis los hacemos con papas/patatas: se corta masa y van haciendo unos rollos alargados. Se los corta en pequeñas porciones de un poco más de un centímetro y los pasamos por un tenedor o una ñoquera de madera o plástico. Juanita, mi mamá, nos dejaba a Mechi y a mí ha hacerlos… qué momento emocionante! Recordalo lo es aún más.
Cuando ya están listos, se los hierve y luego se los coloca en una fuente grande (Pirex ¿Se acuerda?). Allí los baña con la nata de leche, los espolvorea con el queso rallado y a gratinar en el horno justo antes de servirlos. Hágalo en platos hondos y debajo de uno de ellos, para seguir la tradición, ponga una moneda, para pedir riqueza para el mes que viene.
TEXTO DE EDUARDO ALDISER – PONTEVEDRA 2024