Roberto Chavero – Memoria íntima de Yupanqui

 

Hemos iniciado esta charla con Roberto Chavero allá, en Cerro Colorado, Provincia de Córdoba, Argentina, para hablar de su padre, Don Ata, de la Fundación Atahualpa Yupanqui y de su propia trayectoria vital y artística.

 

 

 

 

 

 

Si para muchos Yupanqui ha sido el que les ha abierto las tranqueras al mundo del folklore, para ti habrá sido distinto, Roberto, pues te llegó como algo natural, pienso…

Diría que más que mi padre, fueron las circunstancias que nos tocaron vivir las que me pusieron en contacto con ese mundo que llamamos folklore y que es un árbol de muchas ramas. En una de esas ramas se posan los pájaros cantores. Pero yo crecí a la sombra de todo el árbol.

Tanto mi madre Nenette, música de formación clásica, como mi padre, me iban introduciendo más en el terreno del arte que en el del folklore. Para ellos era esencial que los niños desarrollemos la sensibilidad, no para ser artistas, sino para facilitar una aproximación a lo más elevado de la vida, aún en sus cosas cotidianas. Era su forma de alimentarme.

De modo que escuchaba por supuesto música de origen folklórico desde muy niño, en los discos 78 de pasta. Toda una trova, anterior a la que fue moda en los 60, constituida por contemporáneos de mi padre. Escuchaba poco a mi padre en discos. Lo escuchaba cuando se ponía a tocar en casa. Como sus cartas, sus discos eran algo lejano para mí. Prefería su respiración y su olor a Colonia Atkinsons.

No sentía nostalgia (o al menos creía no tenerla) por las ausencias cada vez más extensas de mi padre, con viajes cada vez más lejanos. Sí extrañaba el Cerro Colorado. Y esas canciones, me devolvían lo criollo de los paisanos y lo agreste y espinoso de su naturaleza.


Es inevitable que uno se refiera al `Coya´ Chavero y diga atrás… el hijo de Yupanqui ¿Cómo asumes que tu identidad esté tan ligada al nombre artístico de de tu padre?

Muchas personas me lo plantean. Lo que me ha obligado más de una vez a reflexionar sobre el punto. Más aún cuando empecé a cantar en público. Tú sabes que Yupanqui significa “has de narrar”. Y esto es lo que estoy haciendo en este momento. De modo que no es forzado si alguien me llama así. Salvo que lo haga con el objeto de agraviar mi singularidad. Pero ya ese es su problema, no el mío.

Para actuar en Brasil, me han presentado de ese modo: Coya Yupanqui. Les facilitaba la identificación con mi padre. Difundo su obra porque tiene un mensaje que considero insoslayable para la humanidad. Es un noble pan y me empecino en ponerlo al alcance de todos.

Cuando me toca presentar un recital, o una obra, lo hago con el mismo sentido: hacer conocer gran parte de su obra desconocida por los muchos años de prohibición y de silencio. Hay obras bellísimas. Sus libros, el legado que dejó y que filmamos juntos en el año 89 en video, con 20 horas de conversaciones con el músico santiagueño Ricardo Rojas, Peer Gynt y el camino, José del Marrón (un gitano de Toledo)Borges. En fin, maravilloso material del que apenas se han editado dos horas.

Para concluir este dilema planteado, nuestras vidas han sido muy distintas desde la niñez Él perdió a su padre a los 13 años y tuvo que salir a ganarse el pan. Mi padre se dedicó siempre a su arte, yo trabajé el campo durante 19 años, fui maestro, preceptor, profesor particular de matemáticas, física y francés.


Generé en 1987 junto a mis padres la Fundación Atahualpa Yupanqui.

Les pedí que donáramos a esta Fundación Yupanqui en 1989 la casa de Cerro Colorado. A la muerte de mis padres me hice cargo de la misma. También tuve mis problemas con la dictadura militar pero no fueron graves. Me fueron a buscar una vez a mi casa porque estaba haciendo una tarea de prensa y difusión sobre mi padre en el exterior pues en nuestro país no podía trabajar. Abrían las cartas, interferían las llamadas etc… Lo habitual en los mediocres con poder.

Gracias Roberto, seguimos en Argentina es Folklore con esta larga charla contigo, y te dejamos cantando a dúo con la yupanquiana gallega Ángeles Ruibal cantando Lucha por la vida, donde has puesto música a un poema de Don Ata

ENTREVISTA DE EDUARDO ALDISER – PONTEVEDRA 2014