Es uno de los muchos casos de chicos españoles que llegaron a vivir a Argentina. En el caso de Arturo González Fernández hacia 1950, desde Luarca, Asturias y con Buenos Aires como primer destino. Pertenece a una de las colectividades españolas más numerosas y que se nuclean en torno a esos populares Centro Asturiano que nos ha permitido a muchos conocer sus costumbres, culturas, la música… y la fabada!
Nuestra charla comenzó futbolera al contarme que «se dio la casualidad que fui a vivir cerca del Gasómetro, recuerdo que el primer partido que vi fue el San Lorenzo – Racing, que en aquella época nos tenían de hijos, o sea que ganó Racing, sin embaro allí ya se gestó mi simpatía por el Ciclón con Blazina, Martino, Basso, Seoane, Papa….. un equipazo” ¡Y como yo soy de Los Santos de Boedo, amigos al momento!
Arturo González Fernández, uno años en Villa Carlos Paz, vuelta a Buenos Aires
En una etapa de su vida ha vivido por Villa Carlos Paz, en la provincia de Córdoba que lo llevó a conocer desde allí el Noroeste de Argentina. Pero volvió a Buenos Aires donde se dedicó a la gastronomía… “Mi negocio estaba en Paraná y Sarmiento, era el bar El Hórreo, como se ve, siempre apegado a las cosas de Asturias y de España. Esto me llevó a ser directivo del Centro Asturiano de Buenos Aires y co-fundador de la Residencia Asturiana de Buenos Aires, hoy un modelo de institución como residencia para ancianos y discapacitados”.
Al asturiano Arturo González le seguía tirando su tierra
Llega el año 1985 y Arturo González decide volver al Principado de Asturias,radicándose en Gijón. Esta vez la que retorna es una familia argentina, su mujer y dos hijos son porteños… vamos, como él mismo! Ese espíritu de crear puntos de encuentros que allá lo llevó al Centro Asturiano de Buenos Aires y a propiciar la creación de nuevos servicios para los españoles emigrados, aquí lo vuelca en la creación, junto a otros compatriotas retornados y argentinos inmigrantes, en la fundación del Centro Argentino de Asturias que abrió sus puertas un 29 de diciembre de 1985, el mismo año de su retorno. Esta entidad que realiza un gran trabajo para los gijoneses y una amplia región, es la decana de las asociaciones argentinas en España.
Esto ocurre a los retornados españoles
A nuestro amigo y en parte compatriota, le ocurre lo que a muchos argentinos que viven por aquí… “Vivo a caballo entre Argentina y España, allí tengo un hijo y tres nietos, amigos, afectos, por lo tanto de vez en cuando nos hacemos una escapadita”. Mientras tanto, Arturo González lleva en su mochila sentimental recuerdos y añoranzas de sus primeros años en Luarca, la niñez en Boedo, la juventud por las sierras cordobesas, aquellos años atendiendo su bar El Hórreo de Paraná y Sarmiento, una céntrica esquina de Buenos Aires. Una vida de aquí y allá, reuniendo en su habla, sus hábitos y hasta sus pasiones futboleras, las cosas de una y otra orilla, creando una simbiosis que no necesita de planes culturales oficiales, ni grandes enunciados. Aquellos Gauchos de Boedo se juntan con los entusiastas equipos del Sporting de Gijón, encontrando en El Molinón sonidos que le recuerdan a la tribuna del viejo Gasómetro. Es la historia hispano argentina que vamos anudando, como en un telar, los unos y los otros.
TEXTO Y CHARLA DE EDUARDO ALDISER – PONTEVEDRA 2017
Si no me equivoco conozco a este señor que fue directivo del Centro Argentino de Asturias en Gijón. Una gran persona, luchadora y que trabajó mucho por mantener las tradiciones argentinas en Asturias.
Es él sin dudas Horacio. Arturo González con quien compartes el apellido Fernández ha hecho lo mismo en ambas orillas, allá difundir lo asturiano, aquí hacer lo mismo con lo argentino. De ahí el títiulo que puse, lo refleja a la perfección