El Torino fue más que un coche – Un mito

Ese coche que hizo época desde mediados de 1960 hasta comienzos de los `80, El Torino. Fue toda una revolución en el mercado automovilístico argentino que dominaban, en el segmento de los grandes locales, el Ford Falcon y Chevrolet 400, el Chevy de la General Motors. Con gran visión de las necesidades del mercado argentino, hacia 1965 IKA, Industria Kaiser Argentina, instalada en Santa Isabel, en las cercanías de Córdoba, que tenía la licencia de American Motors y producía los Rambler y líneas de vehículos Jeep, repiten una estrategia similar a la que los llevó antes a realizar cambios sobre el Kaiser Manhattan americano que derivó en otro recordado coche argentino, el Kaiser Carabela, primer modelo local en nuestro mercado automovilístico

 

 

Esta vez la apuesta fue de mayor calado porque a partir del chassis del Rambler 440-H, en Italia los diseñadores de la empresa fundada por Battista “Pinin” Farina en 1930 produjeron un atractivo aggiornamento. Allí lo que era un coche típicamente de película americana, se convirtió en una berlina europea compacta, de líneas depuradas, una verdadera recreación. Y no solo les dieron el toque estético, detalles de seguridad, un interior muy personal… también le pusieron el nombre a partir de su emplazamiento en la capital del Piemonte: Torino.


Y allí comenzó una leyenda cimentada en las difíciles carreteras y caminos rurales de Argentina desde 1966. Aunque se han dejado de fabricar en 1981, muchos de esos más o menos cien mil coches argentinos por excelencia siguen aún dando guerra y son objetos de culto, conformando en diversos lugares del país clubes de propietarios.


Los que tenían Torino se trenzaban en las rutas con «chivos» y «forcitos»

En las rutas argentinas ir al volante de un Torino, sea de la etapa IKA como ya luego los Renault Torino, significaba estar expuestos a demostraciones de fuerza por parte de los “chivos” o los del óvalo. Sólo quedaban los Dodge como coches menos corredores y muy confortables, todos los demás éramos verdaderos corredores de turismo de carretera, la popular categoría criolla que unía ciudades y aún provincias los fines de semana.


Cómo era un Torino por dentro

Primero venía dotado del motor «Tornado» de seis cilindros fabricados por IKA, con una cilindrada que variaba entre los 3.000 y los 3.800 cm³. Desde 1973 lo remplaza el motor también «Torino» de siete bancadas y con los carburadores Weber en algunas de sus versiones, las más altas, para la Coupé “GS”, en la que erogaba 215 caballos de potencia… lo dicho, TC pero con ciudadanos rasos al volante. No podemos olvidar que han sido unos motores que nos obligaban a reponer aceite, hasta se lo consideraba un signo de distinción.


Inolvidables 84 horas de Nürburgring», en Alemania

Ese espíritu de coche de carrera tuvo su momento culminante en 1969 cuando ya con el respaldo de Renault Argentina, tres coupés Torino fueron a disputar las famosas “84 horas de Nürburgring», en Alemania. El acontecimiento lo vivimos día por día, minuto a minuto, desde Argentina. Todas las emisoras, pero especialmente LS5 Radio Rivadavia, la de mayor presencia en el deporte con José María Muñoz en el fútbol y González Rouco en el automovilismo, nos hacían ver cuanto ocurría en aquella lejana ciudad alemana.


Por supuesto, el capitán era Juan Manuel Fangio

La delegación fue presidida por el gran Juan Manuel Fangio, nuestro quíntuple campeón mundial. Los motores fueron preparados por el ingeniero Lepper y la coordinación correspondía a Oreste Berta, que ofrecería años después coches con aplicaciones de competición. Y allí estaban dando vueltas sin parar famosos pilotos del Turismo de Carretera y de la categoría Turismo Nacional Anexo J. que, por una vez, estuvieron unidos en otra marca, cuando la mayoría de ellos corría un Ford o un Chevrolet, un Fiat o un Peugeot.

Uno de los coches lo pilotaban alternándose el increíble corredor de Arrecifes, el bonaerense Luis Di Palma, junto a Oscar «Cacho» Fangio y Carmelo Galbato. En otro los pilotos eran Enrique Rodríguez Canedo, Jorge Cupeiro y Gastón Perkins. El tercer Torino W380 lo llevaban Larry, Eduardo Coppello y Oscar Mauricio Franco. Todos excelentes corredores argentinos.

Un gran papel en Nürburgring y buenos recuerdos

Como nos ha sabido ocurrir varias veces, sólo fuimos campeones morales, porque uno de los Torino fue el que más vueltas dio. Pero temas reglamentarios los penalizaron y no ganó el coche argentino en su categoría. Bien cierto es que esta competición no tenía su razón de ser en el llegar primero o segundo, sino en demostrar la fiabilidad de los vehículos. Se creyó que podría abrir mercado en países europeos, pero los estándares de seguridad argentinos estaban por debajo de lo exigido en Europa.


¡Si lo sabré! Tuve un Renault Gordini azul francia con la franja blanca

Eso sí, salieron modelos especiales con el color azul oficial del Torino y una franja blanca cortando de punta a punta del coche a la altura del piloto, incluso en el modelo Renault Gordini, y el éxito de venta a nivel nacional fue increíble. Recuerdo muchos sábados de nuestro “Escape Libre” en Radio Cerealista de Rosario, glosando esa semana mágica del popular “Toro”, que consiguió abrir una brecha entre los que éramos de Ford, con los Gálvez y Emillozzi, y los del Chevrolet de Cupeiro, Bordeu y Pairetti, entre otros.

TEXTO DE EDUARDO ALDISER – PONTEVEDRA 2014