Lo conocí a Eduardo Jesús Garriguez cuando él vivía en el Camping del A. C. A. Automóvil Club Argentino, en Villa La Ribera, también etiquetada La Rivera, en el distrito municipal de Oliveros, provincia de Santa Fe, Argentina, que tenía a su padre como encargado. Pasaba los fines de semana allí, justo enfrente, del otro lado de la Ruta 11, junto al vetusto puente de hierro que quedó como recuerdo de otros tiempos.
Para esos años, muy jóvenes ambos, él más que yo claro, Eduardo colaboraba en el que coloquialmente llamábamos El Boliche de Vinda, que hasta una cancha de bochas tenía al costado. Han pasado los años y nos reencontramos en las redes sociales. Ambos hicimos nuestros caminos y mucho me gustará saber que fue de su trayectoria personal y artística
Querido Eduardo Garriguez, con qué alegría retorno a esa charla larga que teníamos, especialmente los veranos, en ese rincón inolvidable del cruce del Río Carcarañá con la Ruta 11. Cuéntanos de tu vida…
Hola Eduardo… comento que, cuando venías los sábados a la tardecita, todos los de La Ribera antes te habíamos escuchado en LT3 Radio Cerealista hacer el programa de tango. Yo viví allí la infancia, habiendo llegado al mundo en un sanatorio de Rosario. En 1983 creo que ya estabas en España cuando nos fuimos con la familia a Monje, siguiendo la Ruta 11 unos 30 kilómetros al norte
Justo me vine para España ese año, Eduardo, en marzo. Por eso te seguía haciendo «ribereño». Y ojo, que compartimos el signo de Virgo, 30 de Agosto tú, 22 de Setiembre, yo
Seguro que eso lo hablábamos entonces! Unos años después me casé y tengo tres hijos. Permanecímos unos años más en La Ribera donde ejercía mi otra profesión, la de peluquero, además de trabajar como portero en el Hospital Psiquiátrico de Oliveros Abelardo Irigoyen Freyre, tarea de la que ya me jubilé hace unos años. Como dije, en 1983 nos fuimos con Dolores, mi mujer, y los tres entonces niños aún, Paulo César, Marcos Joel y Laura Soledad a Monje, simpática población santafesina entre Barrancas y Maciel, donde permanezco.
A ese mozo o camarero que decimos en España, del Boliche de Vinda, que ayudaba a su padre en el Automóvil Club, que aprendió el oficio de peluquero y fue funcionario de la provincia de Santa Fé en el Psiquiátrico de Oliveros, además le fue aflorando una vocación que venía de lejos…
Así es. Solo tenía trece años cuando descubrí el arte de escribir. Tanto que gané un concurso de fin de curso de escuela primaria. Ya adolescente escribía poemas que los ocultaba y a veces los destruía porqué me daba no se qué mostrarlos. Recién a los treinta años empecé a componer no solo poemas, también letras de canciones a las que yo mismo musicalizaba. Y llegue a cantarlas en público. Y no veas lo que pudo ser! En 1983 también, actué en el programa Si lo sabe cante de Roberto Galán en Canal 5 de Rosario.
Años antes, Eduardo, yo pasaba los anuncios de Maipú Car, Concesionario Dodge de Rosario, en el noticiero que hacía mi amigo y colega Hugo Moyano Vargas, después venía Evaristo Monti con el deporte… y atrás… Si lo sabe cante! Veía el comienzo del programa cuando nos sacaban el maquillaje. Cuenta tu experiencia…
Ahí debido a una actuación aceptable tuve una propuesta de su conductor, el famoso Roberto Galán, para seguir cantando en Buenos Aires. No lo acepté por mis compromisos laborales. Son esos momentos que dos caminos se bifurcan… uno tiene que elegir y no me arrepiento.
Es que me parece que tu relación con la música venía de antes, de cuando te conocí por lo menos…
Así es. En 1968 comencé a tomar clases de guitarra en Villa La Rivera. Al mudarme a Monje seguí con lo mismo, pero estudiando música con el profesor Antuña, hasta llegar a tener mi título. Luego fui yo que di clases en el Club Granaderos de mi pueblo, Monje. Más tarde en la Casa de la Cultura y también en mi academia. Siempre organicé shows con mis alumnos a lo largo de mi docencia. Entre ellos acompañé un tiempo a mi hija Laura que actuaba como solista allá por el año 1988.
Al mismo tiempo integraba el dúo El Chañar que formábamos Enzo Rodriguez – Eduardo Garriguez con el que actuábamos en distintos lugares de la zona, junto a mis alumnos, integrando un elenco muy solicitado en la región santafesina nuestra. Más tarde, en 1989, con mi compadre Jorge Zilli formé el grupo bailable Costa Azul, donde incluí en el repertorio mi primer obra, una cumbia titulada: La miradita. Con Jorge también actuamos como dúo, Los Cumpas.
Vamos a decirle a nuestros lectores españoles que son compadres el padre y el padrino de un niño, comadres, lo mismo pero entre la madre y la madrina. De ese compadre solemos utilar el «cumpa» como una forma más cariñosa y cercana. Seguro que con Costa Azul habrás estrenado más temas
Unos cuantos. De ellos se plasmaron en el disco Melodi 94, cinco temas de mi autoría. Tres temas para mi grupo, Buscaré otro amor, Bajo la lluvia, y Que sorpresa. Otros dos que interpretaron los amigos de la Banda Boys, Te quiero Magalí y Pasito. Ya luego me integré en el grupo Inti Llahta y con ellos agregué Canción para Agustina y Sueño de amor, de autoría compartida. Eso fue entre 1998 y 2000. Tuve un par de años que mis varias actividades laborales me impidieron seguir en la música pero más adelante, en 2012 y 2013, integré el grupo Marka. En esos años presenté mi primer libro, Poesías de vida. Tuvimos un retorno fugaz de Los Cumpas en 2.019. Actualmente estoy otra vez con el renovado Grupo Inti Llahta.
También puedes decir Eduardo Garriguez que eres internacional…
Lo cierto que es así, en este mundo intecornectado que tenemos. En 2014 Beatríz Naranjo, profesora de Caracas, Venezuela y que, como yo, es fan del recordardo cantor argentino Sandro, ha incorporado dos vídeos con obras de mi autoría dedicados a él, la canción Caballero de la vida y el poema Mi ídolo y yo.
También la pasé muy bien como cantor callejero en San Francisco y El Cerrito, en esa California norteamericana donde vive mi hija Laura Soledad, cuando fuimos a visitarla. A ello tengo que agregar muchos artistas me han grabado temas. Entre otros, Roberto Vázquez de Puerto Rico, Tony Vilar en EEUU, Tairon Moreyra de Ecuador, Antonio Sori en Chile, Maite Sanz de Brasil, Rody Souza en España, más los grupos y artistas de Argentina… Inti Llahta, Costa Azul, Abel Villarreal, Rodrigo Pequeño, Banda Boys, Silvana Veirana, Mario Segovia, Nic Zappone, Ceferino Céspedes, Florencia Martínez, Helena Muzzio, Rubén Dorrego, la Sra Jiménez, etc. Un poco por esto a principios del 2020 fui reconocido por la secretaria de cultura de mi pueblo, Monje y también recibí una distinción en Nueva York.
Siempre te he comentado Eduardo que tu apellido, solo que con «S» al final, como habrá sido el vuestro siglos atrás, proviene de casas solariegas en Garrigues y en Cervera, dos poblaciones de Lleida / Lérida, en Cataluña. El señor de la región, Berenguer Garrigues, tiene documentado en torno a 1332 el nombre de una de las villas. Cuando formamos nuestra empresa Meeting Ibérica en 1983, al llegar a Madrid, con el italiano Nicola Bóvoli, como él antes había sido el director general de Editorial Rizzolli en España y luego en Argentina, aquí atendían sus cosas en el bufete de abogados Garrigues Walker El padre de estos abogados una figura señera en España, el madrileño Antonio Garrigues y Díaz-Cañabate, marqués de Garrigues. Uno de sus hijos a quien conocí, Antonio Garrigues Walker, llegó a ser candidato a presidente en 1982 del Partido Demócrata Liberal (PDL) del que fue fundador. Ellos fueron nuestros abogados todos esos años 80. La diferencia de escritura no cambia el origen del apellido, te lo digo seguro… seguro. Cuando llegaban allá, como venían de España algunos terminaban en «Z».
Ya haciendo una recopilación final Eduardo, recuerdo cuando te entrevisté años atrás en para nuestra web Argentina Tango cuando escribiste el tema La ley de la vida, inspirado por la emigración de tu hija Laura Soledad…
Digamos que gracias a tu contacto y a esa entrevista, también lo destacaron y fui tapa de la revista online Rosas de Otoño que editaban en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, los porteños Juanjo Minatel, periodista desde siempre y su esposa, Rosalía Villoldo, sobrina bisnieta del autor de El Choclo, doctora y cantante. Te cuento que hace un tiempo me dedico a escribir para una editorial de Córdoba y tengo un socio musical en Alvarez, Santa Fe, Abel Villarreal, con quien comparto cientos de temas, además de los que tengo de mi autoría en letra y música.
¡Hombre! Seguramente que con Abel o con familiares suyos Villarreal algún contacto he tenido en Álvarez, localidad del distrito de Rosario donde fui como locutor muchas veces, también a jugar a las bochas para Nuevo Horizonte de Rosario, y tuvimos clientes de allí en Studio Simeoni. Dale mis saludos… mientras tomamos el mate del estribo
Lo vamos a cebar contándote que tengo dos libros terminados. Uno de ellos está a punto de salir a la luz y muchos artistas preparando grabaciones de mis obras para darlas a conocer.
Te mando un abrazo desde esta Pontevedra cercana al castillo de Sotomayor, del que provenía Carlitos Sotomayor, ese vecino amigo de La Ribera…
Otro para ti que va desde Monje donde te esperamos cuando quieras, seguro que con un asadito…
¡Que así sea Eduardo! Dejamos a los lectores con vídeos tuyos… hasta siempre, saludos Monje, Oliveros, La Ribera!
Caballero de la vida, balada rock dedicada Sandro por Eduardo Garriguez
ENTREVISTA DE EDUARDO ALDIER – PONTEVEDRA 2020