Nos dice el atleta de Argentina Domingo Amaison «Es en aquel viaje a Vigo que conté es cuando nace mi relación con los «Celtiñas». Entre Alfonso Posada Sánchez y yo se inicia un intercambio de correspondencia, quedando un puente de amistad tendido de por años. En 1964 realizo una extensa gira por Europa: Portugal, España, Italia, Austria, Alemania, Polonia, Rumania, Bulgaria, Finlandia, Inglaterra, Irlanda del Norte, Suiza, Suecia…
«De esta larga gira debo destacar algunos puntos obligados. Este viaje tenía como finalidad prepararme y realizar la marca exigida para poder concurrir a los Juegos Olímpicos de Japón en ese año. Realicé el viaje con el apoyo de los jugadores de fútbol del Club Atlético Independiente de Avellaneda, que cada domingo rifaban la pelota de fútbol autografiada por cada uno de los jugadores y así lograron recaudar el total del dinero que costaba el billete de viaje, fue un ticket abierto para toda Europa»
Domingo Amaison en Leverkusen, Alemania
«Tuve como punto de base para mis diferentes movimientos a distintos países, la ciudad de Leverkusen, donde pase cuatro largos meses afincado allí. Fui apoyado por el Club Bayer 04 Leverkusen, su entrenador Bert Summser y la firma Adidas de Herzogenaurach, Alemania. El 4 de julio 1964 realice en el Stadium Olímpico de Berlin el segundo récord sudamericano de los 3.000 metros con obstáculos en la gira, logrando la marca exigida para los Juegos de Tokio. Fui a visitar y conocer a un hermano de mi madre que quedó en Italia cuando su familia emigró para Argentina. Allí pase varios días y pude conocer la casa donde nació mi madre en 1910! Al regreso de la gira fui sancionado por seis meses por haber competido en los llamados entonces “Los Países del Este”. La Confederación Argentina de Atletismo no me incluyó en el equipo olímpico para Japón. Fue injusto todo eso, ya que había cumplido con la exigencias»
Domingo Amaison, la revancha olímpica en Méjico 1968
«Hubo otra oportunidad, cuatro años después, fue en 1968 cuando pude lograr la tan ambicionada participación en los Juegos Olímpicos de México. Fue un año brillante de mi estada en España, no solo me preparaba para los Juegos, además estudiaba y viajaba, pase seis hermosos meses por Vigo, Madrid, Barcelona, San Sebastián, La Coruña, Las Palmas de Gran Canarias, Elgoibar, Irún, Pamplona. En la capital de Navarra estuve alojado en el Colegio Ruiz de Alda, donde estuve terminando mi curso como entrenador. Todos y cada uno de estos lugares que me fueron en un momento muy familiar, me dejaron muy marcada mi vida. Pero sin dudas que Vigo y la relación con los deportistas y dirigentes del Real Celta será algo imborrable, fueron más de cuarenta años de amistad, hasta que dejé de ir en 2006. Recibí siempre en forma generosa su ayuda, fui parte de ese mundo que ya se fue. Era cuando se valoraba a las personas y no a lo material! No olvidaré aquellos grandes corazones y sentimiento de esa gente un día sin pedirme nada, me atrapó»
Domingo Amaison – Amigos en toda España
«Aquí los recuerdos aunque ellos ya no estén, o no me recuerden. José Manuel Ballesteros Elorza, José Luis Martínez, José Luis Torres, Carlos Álvarez del Villar, Carlos Campra Bonilla, el italiano Bautista Mova, que lo contrató España para crear y desarrollar la Escuela Nacional de Entrenadores E.N.E., Paco López, los hermanos Antonio y José Luis Bullido, responsables de la Revista Atletismo Español de la cual pude lograr su representación para la Argentina y que tanto benefició a nuestros entrenadores de aquellos años de las «vacas flacas», cuando no había bibliografía en español»
Domingo Amaison, con la amistad que perdura en recuerdos
«Recuerdo a mis compañeros de los duros días y meses de entrenamientos en La Casa de Campo de Madrid o bien en la vieja y recordada pista del Estadio de Balaídos del Celta vigués, que años más tarde desapareció por la construcción de las nuevas y modernas tribunas. También Monte Castrelo, Monte Porriño! Javier Álvarez Salgado, Carlos Pérez, Ramón Tasende, Rafael “Rafa” García y su hermana Loli, casada con Álvarez Salgado. José Luis Torrado “El Gaita” y que fuera masajista del equipo durante años, pero un día se fue a probar fortuna por las Canarias y allá quedo «anclado». Teodoro Barrios, los hermanos Paco y José María Morera, Fernando Suárez Canals, Juan Borrás que en 1963 saco la lotería y abandono el deporte»
«Otro gallego de pura cepa, José Magariño, el vasco José “Pipa” Areta, Alfonso Ortega, Fernando Cerrada y Lázaro Linares. Jabino Patao de Pontevedra. Melanio Asencio, asturiano. Julio Judez, Alberto Esteban Panzano, quien muchas veces me guardaba la comida en su habitación porque yo salía tarde de estudiar o entrenar. Mis recuerdos a los amigos de la Sociedad Atlética Ego Toki que tanta veces me cobijo en Elgoibar. Rafael Areitioaurtena Osoro, «medio vasco, medio argentino» ya que nació en la ciudad de Mendoza y se marchó muy pequeño a las tierras vascas»
«Doña Pilar de Suárez que me cobijo en su vieja Madrid de la calle Ferraz 96-2º derecha, por más de veinte años. Don Justo Suárez que me enseño tolo lo de los toros en la Plaza Monumental de las Ventas de Madrid, y yo tantas veces lo acompañaba en su puesto de trabajo del famoso Rastro! Y así más y más amigos y recuerdos que me atiborran en la cabeza en este breve repaso de amistades atléticas, y otras no, de maestros y entrenadores de esta parte de mis 83 años de vida!»
Domingo Amaison y sus momentos en las Rías de Vigo y Pontevedra
«El caso del Real Club Celta, cada viaje me habrían las puertas siempre. Recuerdo aquellos días en que el amigo Posada Sánchez me organizaba mis participaciones en el estadio Riazor, o bien en Bilbao, en Pontevedra, yo viviendo en Madrid y él en Vigo, siempre llamándome por teléfono. Su esposa cuantas veces me llevaba a entrenar en el campo de golf donde ellos tenían que pedir permiso para que yo entrenara sobre aquel maravilloso verde! Cuantas veces ponían su auto y la esposa de Don Alfonso Posada Sánchez hacía de chofer y me llevaba a la playas de Samil para que entrenara cómodo. Eso fue impagable. Cuantas temporadas el seleccionado español concentraba en el Gran Hotel Pontevedra. Ellos hacían grandes esfuerzos para que yo estuviera allí con la élite de España con los mismos beneficios que un español! Cuantas veces disfrutaba y me beneficiaba con los baños termales de las termas de Cuntis, en la Provincia de Pontevedra. Yo no podría decir con seguridad que hubiese sido de mi carrera deportiva por España, si no hubiese tenido esas manos abiertas y brazos extendidos para ayudarme»
Domingo Amaison, más amigos en Vigo
«En este corto recorrido de los recuerdos debo agregar a otra gente del Vigo querido, se trata de los viejos y recordados amigos. Al brillante entrenador del Celta de Vigo, Don Alfonso Ortega; al viejo y recordado Restaurante La Antigua Brasilera, que estaba, o está?, frente a la estación del tren. Cuantas ricas comidas he disfrutado allí. Su dueño Don Isidro, que todas las mañana me tocaba la puerta de mi cuarto para que me levantara para desayunar e ir a entrenar!!! Cuantas hermosas cosas inundan mi cabeza blanca!!!»
Domingo Amaison, titulado entrenador de atletismo en Madrid
«Mi dilatada campaña atlética se basó es ese esfuerzo de ellos, que sumados a otros grandes hombre que me ayudaron durante mi estada en Madrid, como Don José Manuel Ballesteros Elorza, quien me dirigió durante muchos años y me dio la oportunidad de estudiar allí, en la Escuela Nacional de Entrenadores, titulándome como Entrenador por España»
Domingo Amaison y las camisetas del Celta que llegaron a Buenos Aires
«En 1970, de regreso de uno de mis viajes a Europa, me llega la noticia de que el Club Comunicaciones donde yo trabajaba de entrenador, decidió dar de baja a todo el deporte amateur, algo muy triste e injusto, pero el deporte profesional mandaba. Realizamos una reunión con toda la plantilla del atletismo. Éramos ochenta personas y decidimos formar con todos ellos un nuevo club, Real Club Celta de Buenos Aires. Le hice previamente el pedido de permiso al Real Club Celta de Vigo. Pocos días después recibimos el OK y ellos se hacían cargo de enviarnos las 80 camisetas originales del Club Celta! Al mes ya estábamos todos luciendo la original del Celta, con la Cruz de Santiago gallega en el pecho! Fueron gestos impagables. Al año siguiente tuvimos la grata visita a nuestro país de Don Alfonso Posada Sánchez. ¿Qué más podemos agregar frente a tamaña actitud?»
Domingo Amaison y los atletas españoles que corrieron en Argentina
«Estaba recordando que en 1960, luego del encuentro en Chile, se vinieron a la Argentina en plan de turistas cuatro españoles, José Pepín Fernández, Augusto Alonso, Julio Gómez y José Molins. Compitieron y pasaron varios meses entre nosotros, logrando relacionarse con parientes que vivían en Buenos Aires, viviendo en sus casas. Sus participaciones deportivas despertaron gran interés en la colectividad española de aquella época en Argentina. Se recuerda aquella competición organizada por la bebida Doble W, con trazado por las calles porteña, donde se volcaron miles de espectadores para alentarlos»
«Argentina contaba con sus créditos como Osvaldo Suárez, Walter Lemos, Armando Pino y este Domingo Amaison que ahora peina canas… fue algo magnifico ver las calles atestadas de público presenciando aquellos duelos! Mis relaciones de amistad con los atletas españoles, se inicia, allá por 1953 o 54, cuando fue la participación del primer español en la famosa Sao Silvestre de Sao Paulo, en Brasil, del atleta Francisco Amorós, luego fue Jesús Hurtado y años más tarde Francisco Arizmendi, un vasco. Le siguieron el gallego Carlos Pérez y Mariano Haro Cisneros, de Palencia. Todos ellos estuvieron de visita por la Argentina y se hicieron muy conocidos en estas tierra del Martín Fierro!!!»
Aquí lo dejamos Domingo Amaison. Fue una carrera de las suyas, con buen ritmo, pasando por momentos vividos de su dilatada trayectoria profesional como atleta y entrenador. Su don de buena gente lo ha demostrado cabalmente, al rendir un culto a la amistad y recordar a personas que creyeron en Ud. y lo ayudaron, tanto en Argentina como en Europa. Por ahora, aquí lo dejamos… un abrazo gran corredor!
EDICIÓN DE EDUARDO ALDISER – PONTEVEDRA 2016