Lo hizo hace unos cuantos años. Llegó con gran parte de su formación completada en Buenos Aires, Argentina. Sin embargo no es porteño, es patagónico. Ha nacido en Villa Regina, Provincia de Río Negro, en lo que da en llamarse “el Alto Valle”, para referirse a la región regada por el río Negro que es un verdadero oasis en medio de la Patagonia. Vez pasada estuvimos charlando un largo rato con Dani Pannullo. Nos comentó lo de más actualidad en su continuado ir y venir por el mundo con montajes de danza moderna provocativa, creativa
¿En qué andas Dani?
Te cuento, esto lo hice cerca de mi casa, hasta podía ir caminando si quería. Llevo varias producciones importantes en los Teatros del Canal de Madrid, salas muy modernas en Cea Bermúdez y Bravo Murillo, que ya es una esquina de referencia en el teatro de España. Hemos realizado una versión contemporánea del Pájaro de Fuego de Igor Stravinsky, que fue interpretada por la JORCAM – Joven Orquesta Sinfónica de la Comunidad de Madrid -. Fue un gran gusto que mí también joven compañía aportara lo suyo.
¿Preparando las maletas?
¡Esta vez no, aunque te asombre! Vuelvo a los Teatros del Canal para estrenar otra pieza. Sera el 28 de junio 2013 en la Sala Verde y actuaremos con mi gente en una puesta en escena muy especial, dentro del ciclo de jazz CLAZZ. El encargo es todo un desafío. Se trata del espectáculo N.Y. STORY y la coreografía está inspirada en West Side Story de Leonard Berstein... ¡Imagínate… diez músicos en escena y diez bailarines, será toda una delicia!
Pensar Dani que todo comienza cuando comienzas en Buenos Aires, de niño casi, en el mundo de los títeres… y aquellas veces que te ibas al Teatro Colón haciendo alguna pillería a tu padre… que me acordé de ti cuando publicamos una biografía de Enrique Muiño, el gallego argentino… que tanto te impresione lo que ocurre en el escenario como para querer hacer, vivir eso que estás viendo…
Me impresionaba mucho el trabajo de un gran titiritero de Argentina. Por eso incursioné en ese mundo. De pequeño tenía la buena mala costumbre de sacarle algunos billetes a mi padre cuando estaba durmiendo no para comprarme golosinas o cosas así sino para comprarme entradas de teatro. Y por esos años, con doce o trece años, como era muy curioso en todo lo que fuera música, baile, teatro… le sacaba unos billetes de la cartera a mi padre, que seguramente lo sabría pero no se daba por enterado, porque sabía qué haría con el dinero. A veces me escapaba y otras pedía que me compraran una entrada para el teatro Colón. Me sentaba tan orondo allí, entre gente mayor que me miraban como diciendo “Qué está haciendo aquí este chico!”. En esto no he cambiado, siempre he sido y sigo siendo muy curioso.
Según creo, te has venido a España como bailarín…
Así es. Trabajé casi diez años, desde finales de los 80, montando, dirigiendo y actuando. Pero a principios de los noventa decidí dejar la faceta del bailarín. Me pasó de repente, un día me levanté como con pánico de la escena y me dije que basta… creía que había nacido más para dirigir que para actuar, aunque la experiencia de hacerlo ha sido importante para el trabajo mío diario.
Si me piden que me defina, me llamo a mí mismo como director de escena. No me considero como coreógrafo, aunque he bailado y bailo… lo hice mucho en Argentina, aquí en Madrid también, pero mi trabajo es más como un director de escena.
Siempre les cuento a mis amigos de aquí y allá que tú, Dani Pannullo, fue el que montó la escenografía en el Pabellón de España nada menos que en Japón… ¡oye! Que esto es muy fuerte…
Claro que sí. Estuvimos con mi compañía del 1 al 10 de julio 2005 nada menos que en la Expo Aichi celebrada en Japón. Pero mira cómo fueron las cosas… la coreografía se llamaba Yukkuri… que es una palabra en japonés que significa “lentamente”. Pero no creas que la monté porque me habían contratado para ir a Japón… todo fue como esa palabra, lentamente. El proceso de este espectáculo es muy interesante.
Yo desde muy joven he sido y soy fan de la nueva danza contemporánea japonesa que se llama “butoh”. A través de ver a artistas, de recorrer ciudades como Viena o París a ver compañías orientales, toda esa curiosidad me llevó con el tiempo a estrenar un espectáculo propio y el destino quiso que algunos bailarines de butoh originarios de Japón viniesen a Madrid y dijésemos “bueno, vamos a montar un espectáculo”. Una experiencia muy interesante, lo monté a mi manera… lo monté en un club que era una antigua sala de baile de gente mayor… hice como una historia teatral, todo un montaje para que se viera como en un teatro.
Con el tiempo, y después de haber estrenado este espectáculo en Madrid, sin conocer Japón, sin haber viajado a Japón nunca, no sé si fue del cielo o como fue, pero me invitaron a Japón para estrenar allí este espectáculo. Y allí estábamos, tras haber presentado el montaje en varios lugares de España, representando a este país de acogida en nada menos que la Expo de Japón de 2005.
Mira tú, siempre había imaginado que ese nombre, Yukkuri, había surgido como consecuencia de ese importante contrato… y compromiso!
¿Sabes una cosa? Para mí, plantearlo todo al revés siempre me da buenos resultados. En ese sentido me podría considerar una persona bastante “zen”, del pensamiento japonés. Entonces, estaba como preparado para ir a Japón. No fui con una mano delante y otra atrás sino con un espectáculo maravilloso que se llama “Yukkuri”, que ya no lo hacemos, pero que al ir allí marcó mucho a la compañía, es un estilo que, aunque ya no hacemos, la obra sigue latente en nosotros. Lo seguimos practicando y es una cosa que está latente y es algo que en cualquier momento puede volver a surgir y es maravilloso.
Querido Dani… cada vez que nos sentamos en un café de Madrid a charlar, salgo a la calle y vuelo… cuanto dices me despierta la imaginación, me hace crecer alas… admiro tu creatividad. Si los lectores son pacientes, ya volveremos a contarles cosas, que ahora los dejaremos con una de tus creaciones… la mayoría de ellos son argentinos y se sentirán orgullosos de ver las cosas que hace este paisano patagónico pasado por Buenos Aires, ahora en Madrid… ¿Me propones algo?
Junto a mi saludo a los lectores argentinos o de donde sean, me apetecería que vieran una parte de la puesta en escena de Uirapurú. Esta palabra de los indígenas americanos del Amazonas significa «el pájaro que no es pájaro»
ENTREVISTA DE EDUARDO ALDISER – MADRID / 2010 – 2013