Carlos De Rico ha sido un gran innovador. Su mente ha estado siempre buscando atractivos para el mensaje impreso en un cartel. Estaba signado para hacer esto y lo ha realizado con gran nota. Ha nacido en Villada, provincia de Santa Fe, ese pueblo de la Ruta 33 desde el que se enfila directo a Firmat, yendo desde Rosario. Siempre ha sido fiel a su terruño natal, recordando a sus amigos, familiares, lugares, vivencias.
Carlos De Rico ha sido un visionario
Detectó que un cartel para anunciar productos o empresas no tenía por qué ser solamente el típico montaje en carreteras o vía pública de zonas urbanas, hechos de chapa, con un marco y una estructura que lo sostenga, a veces incluso iluminado. De los talleres de De Rico Publicidad, la empresa que inició sus actividades en 1961, más de medio siglo atrás, han salido grandes carteles convencionales y paneles para stands de exposiciones, identificación de locales comerciales, etc. en todo tipo de material.
Dijo Carlos De Rico «¿Y si pintamos paredes, silos, laterales de casas?
A esto se sumó su primera creación: muros, paredes, galpones, silos y otras superficies que se pintaban con anuncios en los barrios de pueblos y ciudades y a la vera de los caminos y carreteras más importantes de Argentina. Los tenemos en nuestra memoria y aún en fotografías de paisajes cuando salíamos de vacaciones.
Sus equipos de trabajo partían de Rosario por largas temporadas, con casas rodantes en las que vivir, en muchos casos con sus familia, mucha pintura, esquemas de los mensajes a pintar y recorridos pre fijados. Negociaban con los propietarios de lugares visibles y cercanos a las carreteras o en calles de pueblos y ciudades, pintaban el mensaje publicitario de determinado producto, sacaban las fotos del trabajo hecho, elaborando una ficha de ubicación, metros cuadrados, etc. y seguían viaje al siguiente objetivo.
¡Vaya anunciantes! La Virginia, FricRot, Amargo Obrero…
Así fueron dejando varios miles de carteles murales, con mantenimiento a lo largo del tiempo, tachonando el mapa argentino de productos y marcas como Cafés La Virginia, Amortiguadores Fric Rot, Tisanas Cachamay, Amargo Obrero, etc. Muchas veces he hablado con Carlos de esos grandes empresarios rosarino, el asturiano don Francisco Rodríguez de La Virginia, Juan Salatin de Fric Rot Gabriel, Raúl Tacconi de Amargo Obrero…sí, ese que se anunciaba diciendo que era de todos el primero, etc. La flor y nata del empresariado rosarino durante décadas.
Siempre ha recordado al primero que dijo «Sí!», don Francisco Rodríguez
De las grandes empresas de Rosario fue un asturiano, el mencionado Francisco Rodríguez, el principal gestor de esa empresa familiar que es Cafés La Virginia, el primero en darse cuenta del potencial que Carlos De Rico le planteaba, al ofrecerle grandes muros y paredes pintadas con esa famosa marca argentina de café, té y otros productos.
Con De Rico la agencia Studio Simeoni hizo circular Induswhell por Argentina
Como publicitario, que también lo soy, me costaba mucho que me sorprendieran. Sin embargo recuerdo que un día me detuve con el coche en el paso a nivel del Cruce Alberdi, en Rosario, y me impactaron vagones de carga de cereales, con sus laterales que estaban pintando con grandes anuncios de marcas y empresas líderes. Y allí se me ocurrió proponer a nuestro cliente de Wheelwright, bien al sur de Santa Fe, que si poníamos anuncios de vaqueros Astronauta, como pasaba con todos los demás productos, quienes vieran los convoyes de carga pensarían que así estaban distribuyendo esa popular ropa vaquera, que peleaba con Far West y Annan por el liderato.
Fueron 300 vagones pintados en los dos laterales. Recuerdo de uno concreto que estuvo unos meses en vía muerta en Añatuya, Santiago del Estero, bien de frente a la avenida principal de la población donde nació Homero Manzi. Habría sido imposible instalar uno fijo para siempre, pero así el mensaje llegó hasta allí y a todas las estaciones del Ferrocarril Mitre. Otra vez Carlos De Rico había reinventado el sector publicitario en el que supo moverse siempre como pez en el agua.
Un día Carlos De Rico «colgó los pinceles»
De Rico Publicidad tenía más medio siglo y Carlos junto a Eli, su mujer, han dejado las actividades y aquella empresa continuó su actividad, desde entonces con Sandra De Rico, su única hija, su esposo e hijos. Carlos De Rico presidió, ya retirado de su labor empresarial, la asociación que reúne a los empresarios de este sector industrial que provee de carteles y otros elementos publicitarios a las empresas argentinas. Tienen como clientes a grandes marcas nacionales.
Carlos de Rico, el amigo
Seguramente esto lo firmarían aquellos que, como yo mismo, hayan sido amigos de Carlos de Rico. Ha sido lo que yo llamo Un Personaje, que se corresponde con su nivel de creatividad, muy por encima de sus colegas del sector en Argentina y seguro que en más países. Recuerdo que contaba los cientos de miles de kilómetros por el país de punta a punta, contactando con los tres y hasta cuatro equipos de pintores viajeros, que sólo volvían para Navidad a Rosario, unas vacaciones y otra vez salir por meses y meses. Carlos controlaba sus periplos diciendo que ya pasaba de tres viajes a la luna. Nos pusimos a sacar cuenta y en mi caso, estaba llegando al primero.
Quedaría mucho por contar y recordar del gran Carlos De Rico. Se nos fue años atrás pero ha dejado huella, y muy visible… millares de carteles en Argentina y unos cuántos en Uruguay y Paraguay
TEXTO DE EDUARDO ALDISER – MADRID 2011 – PONTEVEDRA 2023
