Aquel que, con la tercera Copa de Europa en el bolsillo, ganada en mayo de 1958 al Milan, donde jugaba el argentino Ernesto Grillo, emprendió con sus figuras, entre otros, Alonso, Marquitos, Santamaría, Lesmes, Santisteban, Zárraga, Kopa, Rial, Di Stefano, Puskas, Gento… una mini gira sudamericana como pretemporada, en el invierno austral, visitando Argentina y Uruguay.
Dos partidos inolvidables del Real Madrid en el Monumental de Nuñez
Primero jugaron los dos partidos de Buenos Aires en el estadio más grande, el Monumental, que se puso hasta la bandera de gente deseosa de ver a ese tremendo conjunto del Real Madrid de España. Pero… ¿Y fuera del estadio, en el resto de Argentina? Aquel viernes 5 de agosto de 1958, cuando le ganó al local River Plate con el resultado de 1-2, o ese otro jueves 12, con mi San Lorenzo de Almagro del Almagro, 2-3 sin tenernos compasión, siendo que nos llamaban el club de los gallegos por entonces… esos eran dos días laborables, por la tarde y sin que existiese la televisión, el país parado, todos alrededor de los aparatos de radio.
La estación de servicio YPF de los Volunterio, Av. Ovidio Lagos arriba
Por entonces era un adolescente que estudiaba en la Escuela Normal Mariano Moreno de Rosario, ciudad con su puerto cerealero en el río Paraná. Por las tardes me hacía unos dinerillos ayudando en una gasolinera de la Avenida Ovidio Lagos al 4500. Allí viví el fenómeno. Llegaban los usuarios a cargar nafta -que así llamamos a la gasolina, tal como figura el petróleo en la Biblia-, y esos dos días no tenían apuro en irse. Se arrimaban ellos también al corro de futboleros que, atraídos por el paisano Alfredo Di Stéfano, ese día no les importaba si perdían los colores suyos, como era mi caso. Toda la atención estaba centrada en los “gayegos” que llegaron de Madrid. Les afirmo que el gran Alfredo Di Stefano, a mi gusto es el mejor jugador de la historia, se cuenten las historias que quieran.
Cuando pasaron los años y alguna vez coincidí, mientras hacía un programa de radio para Cibeles FM en una de las parrillas Di María en Madrid con Don Alfredo. Le comentaba que ese día de 1958, aparte de hacerme él y el resto de plantilla todo un hincha, forofo madridista, seguidor, fana, merengue o como se quiera decir, pude comprobar la fuerza que este club español tenía y que por suerte, sigue teniendo.
El fútbol en la radio, una manera distinta de vivirlo
Nada para ver, solo escuchar a Aróstegui o Fioravanti trasmitir con gran calidad lo que pasaba en el barrio porteño de Nuñez. Y comentar, claro! Que cada uno de los señores mayores que allí estaban, por esa zona sur la mayoría ñulistas y muy sabedores de esto del “fulbo” sentían admiración por el Real Madrid.
El destino me permitió vivir tardes y noches gloriosas en el Bernabeu
Me vine a España en 1983. Siempre tuve oficinas e incluso viví a metros del Estadio Santiago Bernabeu. Allí me di el gusto de ver muchísimos partidos de Liga y esos años inolvidables de las grandes remontadas, jugando la Copa de la UEFA, con otro paisano en el campo que le ha dado también lustre al club, Jorge Valdano, de quien sabía cosas desde siempre, por llevarles la publicidad con Studio Simeoni a sus tíos, los Castellano, con varias agroindustrias en Las Parejas, Provincia de Santa Fe.
Es increíble que una institución y su principal actividad deportiva, el Real Madrid Club de Fútbol con sus colosales equipos, puedan mantener una vigencia y nivel diría que, al alcance de nadie… solo del Madrid! Y que así siga, aunque cada tanto le gane a esos Gauchos de Boedo de mis amores. Como lo hicieron aquella tarde de festivo no declarado de 1958 y hace muy poco, 2014, en el Mundialito de Clubes en Marruecos. ¡Hala Madrid!
RELATO DE EDUARDO ALDISER, PONTEVEDRA / 2014