En 2012 entrevistamos a Alejandro Blasi. Llegamos a él por un amigo en común, el nada común Alejandro Picciano, creador de La Porteña Tango. Ambos y Diego Blanco son amigos desde siempre, tras compartir colegio en El Palomar bonaerense. Ya en España, Blasi y Blanco eligen la Isla de Mallorca como hábitat. Aquel año acababan de presentar su primer trabajo, Last day on the beach, y ya Alejandro nos hablaba de una nueva producción que, con un largo recorrido, muchos colegas y amigos participando, instrumentos varios, creaciones propias y con una excepción al final, llega ahora hasta nosotros, Babel Blue Dance
El mundo BABEL que es música y diseño
Ambos son de Buenos Aires, Argentina, amigos, ya en Argentina, instalados en Buenos Aires, se forman en el mundo del diseño gráfico y el arte. Mientras tanto van haciendo sus pinitos en la música. Y así ambos, tras integrar conjuntos musicales allá, continúan con estos dos mundos artísticos en España. Su nuevo disco, Babel Blue Dance (2018) nos lleva por un mundo de sonidos impregnados de mar y con raíces de muy lejos, en aquella América de la que provienen y en otros parajes del mundo. Fueron modelando tema a tema, introduciendo instrumentos, acoplando a voces y músicos de los más variados lugares, con mucha fama a cuesta. Así nos cuenta Alejandro Blasi sobre algunos de los temas incluidos en el álbum…
Sueño del Mar
Sueño del mar es la canción con la que empezamos nuestros conciertos y es también la que abre el disco. Representa, a mi entender, la sensación que produce la cercanía del Mediterráneo, la brisa marina, el ruido de las olas… Fue creada a partir de una frase del quenacho que se repite como leitmotiv a lo largo de todo el tema, a la que luego se agregaron los distintos acordes y el solo de guitarra. Queríamos agregar unas voces femeninas, para lo cual invitamos a grabar a nuestro estudio a la cantante lírica María Eugenia Lavochnik, que hizo unos coros absolutamente improvisados que nos dejaron encantados.
Circle of life
Para Circle of life contamos con varios invitados de lujo. Nuestro paisano argentino Ricardo Soulé, pionero del rock en castellano junto a su banda Vox Dei, grupo creado en Quilmes hacia 1967, uno de nuestros héroes de adolescencia, grabó dos inspiradas improvisaciones en violín. Editamos ese material superponiendo varios canales para dar forma a los arreglos de cuerda que aparecen al principio y al final de la canción. La arpista alemana Myriam Kammerlander grabó su arpa en nuestro estudio y fue el complemento ideal para el violín de Soulé.
Por su parte, la respiración que se escucha en la intro y en el final es la de Aina María Nadal Llull, y junto a los latidos del corazón le dan a la canción la sensación «orgánica» que buscábamos. El resto lo grabamos nosotros. El arpegio de base así como el bajo están hechos con el stick y la melodía se la reparten el stick y la guitarra española.
Quta taypi uraqui
Quta taypi uraqui está inspirada en la Isla del Sol, en el lago Titicaca, Bolivia, donde Diego Blanco escribió el texto original. Un tiempo después nos pusimos en contacto con Radio San Gabriel, también en Bolivia, donde tradujeron el texto a la lengua aymara y grabaron el recitado. Josep Umbria, por su parte, compuso el arreglo de cuerdas para violonchelo, viola y violín, que fue grabado por Fat Cat Strings en su estudio de Reino Unido. El charango, la guitarra, la kalimba y las chajchas fueron grabadas en Calma Estudis de Mallorca.
The wind
Cuando le propusimos a Donovan participar en el CD, pensamos inmediatamente en una canción -que todavía no tenía título- que de alguna manera nos remitía al viento. Y como una de las canciones más conocidas de Donovan es Catch the wind pensamos que sería una buena idea que su colaboración tuviese algo que ver con eso. Nos dijo que quería grabar un poema de Robert Louis Stevenson, poeta que lo marcó desde adolescente. El poema es «The wind», que terminó dando nombre a la canción. Tenerlo a un músico del calibre de Donovan en nuestro CD es un verdadero honor.
La casa del lago
Con Diego venimos haciendo música juntos desde hace muchos años, más de 35 si no me equivoco. La casa del lago está compuesta en aquella época, es una de nuestras primeras canciones. Hace referencia a la casa que tiene la familia de Diego en el Lago Los Molinos, en Córdoba, Argentina, donde a veces pasábamos las vacaciones y llevábamos nuestros instrumentos, que eran en esa época, quena y guitarra. Allí surgió la canción. Es casi un carnavalito pasado por el filtro de Babel.
Nabawo la
Nabawo la significa La canción del rey en bissa, uno de los dialectos de Burkina Faso. Yo trabajé un tiempo en una galería de arte y tenía como compañero a un chico de ese país. Y cada vez que lo escuchaba hablar por teléfono con su madre pensaba «cuando habla parece que canta». Era notoria la musicalidad el idioma. Así que lo invitamos a nuestro estudio y le pedimos que nos relate alguna historia de su tierra. Y nos habló de su rey improvisando ese largo monólogo.
Para lograr un contraste interesante le hicimos una música que remite inmediatamente al folklore argentino e invitamos al músico mallorquín Carles Grimalt a grabar su acordeón, lo que le agrega cierto aire de Europa del Este. Creemos que esa mezcla refleja muy bien el espíritu del disco y de nuestra música en general.
The long journey to Babel
¿Una canción de 15 minutos de duración? ¡Por supuesto! ¿Por qué no? Con The long journey to Babel nos propusimos representar un largo periplo, como sobrevolar mágicamente paisajes muy disímiles y tomar apuntes sonoros de lo que vamos viendo. El resultado es una especie de suite en la que participan 8 músicos tocando 24 instrumentos musicales. Es mi canción preferida del disco.
Wicked game
Wicked game, aquel hit con el que Chris Isaak arrasó los rankings a finales de los años 80, es una canción que siempre nos gustó mucho y siempre la tocamos en nuestros conciertos. Es el único tema del CD del cual no somos compositores y además es el único en el que cantamos: yo hago la primera voz y Diego Blanco los coros. La idea era llevar el tema a nuestro terreno y nos pareció una buena manera de terminar el CD.
Así se hizo Babel Blue Dance
“En este álbum participan 18 músicos de 12 países distintos. Tocan un total de 42 instrumentos provenientes de los cinco continentes. Por destacar al algunos de ellos, tenemos invitados de lujo como el gran Donovan, aquella leyenda de los sesenta. También Jerry Marotta en batería y Ricardo Soulé de quien ya comenté su labor con VOX DEI, argentino como nosotros”.
“En la diversidad está la verdad”
Nos dicen Blasi – Blanco … cuando quieren resumir la visión que tienen del arte en todas sus manifestaciones. Esa diversidad les ayuda a dar forma a una propuesta muy personal que nos invita a viajar con solo cerrar los ojos. Cada uno pondrá, con su imaginación, paisajes, momentos, emociones, a todas y cada una de las obras que, sin prisa, fueron creando con el Mediterráneo cobijándolos en esa Mallorca propicia al arte.
Los dejamos a los creadores de BABEL con uno de sus vídeos. Unos de los temas del CD Babel Blue Dance – Quta taypi uraqui (del Aymara «Isla». Inspirado en la Isla del Sol, lago Titicaca, Bolivia). En él Diego Blanco en charango, chajchas – Alejandro Blasi en guitarra española, kalimba. Artistas invitados: Fat Cat Strings, violonchelo, viola, violín (arreglo de cuerdas por Josep Umbria) G. Salgado Salgado: voz (lengua Aymara, Bolivia).
EDICIÓN DE EDUARDO ALDISER – PONTEVEDRA 2019