Esa expresión que llego a utilizarse en los setenta y aún en los ochenta, surgía de parangonar a un argentino determinado con aquella gran revista cómica que revolucionó años antes el kiosco o el voceo del canillita.
Apareció cuando 1944 estaba terminando. Entonces nacía yo mismo y en Europa la Segunda Guerra Mundial iba llegando a su final de muerte y desolación. Argentina, con tantos inmigrantes de los países contendientes más los españoles huidos de la Guerra Civil, entraba en años de prosperidad y de grandes cambios sociales.
La visión de José Antonio Guillermo Divito
Y en esos momentos en los que había deseos de olvidar los muertos lejanos, pero no por ello menos propios, familiares, amigos de tantos emigrados a las tierras del Plata, allá, en Buenos Aires, el dibujante José Antonio Guillermo Divito se va del Patoruzú de Dante Quinterno y nos trae aquellas mujeres increíbles y ese humor, para entonces picante, de Rico Tipo, un clásico con gran repercusión en esa década del cuarenta, que llega a tener mucha influencia en la sociedad. Su creador se las piró en 1969 y la revista lo siguió en 1972. Los que vivíamos por Rosario, estuvimos muchos años siguiéndolo a Divito, porque el diario La Capital, decano de la prensa argentina, publicaba cada día una historia en tres o cuatro cuadros del popular Dr. Merengue, y su otro yo.
De los personajes que desfilaron por Rico Tipo destacar a las “Chicas” mismas, con esos cuerpos elegantes y atrevidos. Y estaba la otra cara de la moneda, Pochita Morfoni que, por si algún español no lo entiende, nosotros decimos morfar al comer mucho y esta Pochita así estaba. Todo lo contrario con ese Fúlmine, un hombre feo y vestido de negro que trae consigo mala suerte y desgracias y que les servía en el Normal 3 de Rosario a los profesores para señalarnos al leptosómico, donde también se encuadraba en parte el Dr. Merengue. Bómbolo podía muy bien ser la pareja de la Pochita, buenazo, gordito. Fallutelli, otra creación que hizo carrera y todavía se lo sigue utilizando para designar al que falla, traiciona a sus amigos.
Un gran equipo de creativos hicieron el milagro de Rico TIpo
Y si importantes son los personajes, los colaboradores explican las razones de ese gran éxito de ventas y repercusión cultural y social. Por nombrar a algunos, Horacio S. Meyrialle que aportó a Pocholo y luego realizaría una gran carrera como guionista de cine, radio y televisión. ¿Te acordás de Oski?, que era Oscar Conti y dibujaba para sus páginas y las de Carlos Warnes, al que conocíamos como César Bruto o Napoleón Verdadero.
Alejandro del Prado «Calé», realizaba la página Buenos Aires en camiseta mientras Miguel Ángel Bavio Esquiú nos traía a Juan Mondiola, con dibujos de Pedro Seguí. Y aquellas caricaturas de Abel Ianiro que hicieron escuela o Joaquín Lavado «Quino” que comenzaba a despuntar el vicio, antes de traernos, producto de la casualidad, a “Mafalda” y sus amigos. Hasta Aldo Cammarotta o el célebre uruguayo Wimpi escribieron páginas memorables.
Total, que los amigos de la Asociación ADRA de argentinos en Ecuador tienen la buena costumbre de recordar nuestras cosas “de siempre” y me han motivado para recordar ésta, que duró menos de tres décadas pero caló tan hondo… y aquí, lejos de la Patria, como aquellos paisanos que están por Quito, suspiramos, recordamos y pensamos en ese amigo al que un día le dijimos… “Sos un Rico Tipo”.
TEXTO DE EDUARDO ALDISER – PONTEVEDRA 2016