Porque es así, dúctil. Origen de jazz, sueños de tango, a uno y otro ritmo los realiza con gran maestría. Vamos al encuentro de Sacri Delfino, desde 2002 en Madrid, con un recorrido en el mundo de la música en Argentina y España muy importante.
Sacri, como hicimos aquel día en la Parrilla De María en mi programa por Cibeles FM, comencemos por irnos al Buenos Aires de tu niñez, el barrio, la escuela, los primeros pasos en la música.
La música me encanta desde que nací. Las emociones más fuertes que recuerdo de mi infancia ocurren a través de la música. Me llamaban poderosamente la atención instrumentos como el acordeón y luego el violín y el bandoneón. Lamentablemente no tuve música en la escuela primaria, así que la oportunidad de tomar contacto práctico con la música se retrasó un poco. En mi infancia lo primero que me sacudió fue escuchar a Los Beatles; apareció en casa un vinilo de “Help!” y fue maravilloso.
A partir de ahí se me despertó el interés por el “mundillo” de la guitarra eléctrica, la batería y demás. Cabe acotar que mi generación fue la “bisagra” de muchas cosas. Hoy por hoy, lo más probable es que los padres de los niños tengan en su dieta musical muchísimas cosas de rock. En mi época era muy distinto, entonces era ir entrando a otro mundo.
Y ya en el colegio secundario no aguanté más y decidí ponerme a aprender un instrumento. Y si bien me atraía mucho el piano, decidí desempolvar una guitarra guardada en casa y que años atrás la habían comprado para mi hermana. Recordemos que era una época bellísima del rock argentino, con grupos extraordinarios como Spinetta, Jade y Serú Girán, que aún los sigo escuchando y admirando. Y a partir de ahí fue conectarse con pibes del colegio que también tocaban. Una muy linda etapa, había mucha efervescencia…
Esto marca tus comienzos, que fueron más de rock y jazz…
De alguna manera sí, los comienzos más formales fueron con el jazz. Tuve la suerte de conocer, apenas empecé a estudiar guitarra, a maestros como Joe Pass y Wes Montgomery. Y en mi adolescencia tuve la suerte de integrar una Big Band de jóvenes gracias a su director, el señor Rubén Urcola que me convocó. Interpretábamos arreglos de buenos músicos americanos. Una experiencia fascinante y más que valiosa. Y luego fue fundamental el momento en que descubrí a grupos como Weather Report y Pat Metheny Group. Ahí se me abrió otro universo.
Además en mi zona (crecí en Villa Sarmiento, un barrio pegadito a Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires), tocaban grupos excelentes como Raffo IV, El Güevo, El Trueno, Meridiano, Touch, que eran de lo mejor que había en Buenos Aires. Los iba a escuchar siempre y aprendía muchísimo. Y antes de terminar el colegio ya estaba dando mis primeros pasos en ese estilo y formé mi primera banda, incluso con temas propios. Además me juntaba a tocar con todos los que podía y eso no tenía precio.
Como ahora te ocurre con Jairanía, tus discos de tango y los ciclos de El Berretín han dejado huella. Son temas que se difunden y te han servido, nada menos, que para situarte en la Academia Nacional del Tango…
La de `El Berretín´ fue una etapa importantísima. Hacíamos un trabajo de “laboratorio” con el cual aprendimos muchísimo al tiempo que le dábamos rienda suelta a la creatividad sobre la base de respetar el estilo. Con aquel grupo llegamos a hacer cinco giras a Europa. Nuestro primer cd “El Berretín Tango” fue elegido por el periódico La Nación de Buenos Aires como uno de los cien discos más recomendables de la historia del tango; con el mérito extra de que era la única edición independiente de todo el listado. Eran todas versiones de tangos clásicos.
El siguiente cd, “Plegaria a mi ciudad”, tiene gran mayoría de tangos propios, lo que de alguna manera fue importante en aquella etapa y alentó a muchos a tomar la misma iniciativa. El Berretín también fue también el encargado de nuclear a la mayoría de los actuales letristas de tango; hoy todos ellos tienen un lugar muy bien ganado.
Fue en esa etapa en la cual obtuve varios premios como compositor. Algunos de esos tangos escritos son material de estudio en la Universidad del Tango de Buenos Aires. Y como bien recordás, por aquel trabajo fui convocado por Horacio Ferrer para formar parte del Cuadro de Jóvenes de la Academia Nacional del Tango de Argentina.
Antes de irnos al jazz… ¿Sigues con Bartrina y los amigos de Malevaje?
Por supuesto, este momento mi actividad tanguera pasa por ahí. «Malevaje» es ya un grupo de culto con el que prácticamente he recorrido toda España. Está a punto de cumplir sus treinta años de trayectoria y ha popularizado en España muchos tangos de larga data además de hacer repertorio propio. Con Antonio Bartrina estamos comenzando a escribir material en dupla al que pronto esperamos darle rodaje.
Ya he mencionado a Jairanía… puede ser el punto de partida para hablar de tu carrera en España con el jazz…
En realidad fue el resultado de la intensa labor que llevamos a cabo con el Sacri Delfino Trío en nuestros tres primeros años. Pero claro, fue abriendo algunas puertas. Y una vez más debo reconocer que me sorprendió el buen recibimiento por parte de la prensa especializada tanto en España como otros países. Es un disco que suena fresco porque fue grabado con esa actitud; para todos fue muy placentero grabarlo. Además, se llama “Jairanía” porque está dedicado a mi hija Jaira, cosa que lo hace doblemente entrañable para mí.
¿Cómo se consigue ser fiel a ambas expresiones musicales, realizándolas con sus matices más profundos?
En primer término, con mucho trabajo y dedicación. Por suerte son dos géneros en los cuales hay infinidad de excelentes grabaciones y maravillosos músicos de los que aprender. Pero por otra parte no creo que haya que limitarse a un solo estilo. A veces es muy común etiquetar a los músicos y eso puede ser contraproducente. Entiendo las “leyes” del mercado, pero siempre me dejé llevar por la pasión que me genera la música.
Y en el Sacri Delfino de hoy… ¿Sigues dando clases de guitarra? ¿Estás preparando nuevas cosas? ¿Vas a actuar cada tanto a Argentina?
Doy clases de manera permanente. Es algo que me apasiona y me hace feliz. Creo que si por alguna razón no pudiese ser músico sería docente universitario. Tengo la suerte de trabajar tanto con profesionales como principiantes y me encanta porque siempre estoy actualizándome pedagógicamente y renovando mis inquietudes como profesor.
En este momento estoy incorporando nuevo repertorio al Sacri Delfino Trío con vistas a un próximo trabajo discográfico. Nunca dejo de practicar y componer. Además desde hace algún tiempo integro como guitarrista y compositor, junto a excelentes músicos, un grupo llamado Madrid Jazz Project; proyecto que me tiene muy feliz. Es muy enriquecedor interactuar con distintas formaciones. En breve también estrenaré una agrupación llamada “Standard Zone”, dedicada a versionar viejos standards de jazz y temas de Miles Davis, John Coltrane, Thelonius Monk y otros. Es una manera también de seguir volcándome a la investigación de varios aspectos del estilo. En Argentina no toco desde que vivo en Madrid, hace ya diez años. Y después de tanto tiempo, me están dando ganas de hacerlo…veremos…
Sacri, como aquel día de marzo 2003, un gran gusto compartir contigo este momento… y como entonces, los dejamos a nuestros lectores con un tema musical que tú mismo nos presentarás…
Para mí sabés que es un placer y una gran alegría estar en contacto con vos. Todo mi agradecimiento por esta entrevista y por tu labor. Te dejo haciendo Chamota con el Sacri Delfino Trío el 5 de marzo de 2011 en Espacio Ronda de Madrid. Están conmigo Gerardo Ramos en contrabajo y Pepe Acebal en la batería. Un gran abrazo.
ENTREVISTA DE EDUARDO ALDISER / MADRID 2011