Quien nos ha presentado, el pintor mendocino Julio César Ovejero, residente en Madrid, me dijo que Varón Álvarez era alguien que nació para cantar tangos, ser tanguero. Y así es, canta tangos. Pero también pinta sus cuadros, hace sus esculturas, es profesor universitario y vive la noche mendocina
Varón Álvarez es un mendocino conocido en el mundo mundial
Es una historia vital que se inicia en Mendoza, febrero de 1949. Siempre tuvo afinidad con el arte. Ha crecido dibujando y cantando. Con solo catorce años se adentra en el tango y comienza a cantarlo entre amigos a capella. Actúa en fiestas, cumpleaños, casorios… A los veinte años viaja a Buenos Aires para graduarse de cantor de tango. Estudia técnica vocal con el maestro Alcorta en las salas de ensayo Callao 11 y con alumnos adelantados. El mismo profesor los presenta en distintos reductos de tango. Mientras tanto vende sus dibujos en disquerías y nace la escultura.
Varón Álvarez, una personalidad expresada de diversas maneras
Encuentra la manera de comunicarse con la poesía, la música, la plástica. Incluso hizo cine como extra de la mano de Julio Heredia. Regresa a Mendoza después de cinco años, y comienza una carrera de actuaciones y exposiciones. Se incorpora a la orquesta de tangos los hermanos Appiollaza en 1977 y continúa luego en la de los hermanos Mancifesta. En 1985 forma con Jorge Benegas y el bandoneón de Ernesto Calvo el grupo de tango y rock Cafetín de almas. Radio Nacional Mendoza lo contrata para realizar el programa El taller del viento mientras presenta su primera muestra individual en el Centro de Congresos y Exposiciones, tras varias colectivas junto a Máximo Arias, laureado fotógrafo y Viviana Ordoñez. Para tocar otro palo, en los noventa hace teatro actuando y cantando tangos en Pobre tipo. Se va a Chile a participar en el Festival Internacional Valparatango en Valparaíso, donde retorna como artista invitado cada año.
Con el nuevo Siglo, el Varón Álvarez de siempre
En 2003 es invitado por la Fundación EDUPAZ viajó a España para realizar una muestra itinerante de esculturas. Recorrió los pueblos de Castilla la Mancha, presentada por el historiador cervantino Jose Rosell. Ya en 2009 participa en el sainete Qué par de malevos junto a Daniel Romano. El año anterior actúa en el Festival Internacional Misión Tango. En 2011 vuelve a Chile para actuar en la Feria Internacional de Papudo. Luego presenta en Tajamar su espectáculo Tangos a la Carta con la estrella de la danza Claudia Putalivo y el músico y bailarín Diego Ferreira. En su viaje a Madrid me entregó una escultura que hizo para mí y he bautizado Compadrito de la Esquina Rosada
Ya estamos en harina… ahora vamos a charlar con Varón Álvarez ¿Cómo se fueron dando en ti las facetas de pintor, escultor y cantor de tango?
Desde niño dibujé mucho escuchando radio en ese tiempo no existía el televisor, y mi viejo escuchaba tangos. Después en los carnavales y bailes de clubes me asombraba el carisma de los cantores a quienes dibujaba y ya me seducía el tango. Sin querer, pintando mi aldea fui pintando bandoneones y aprendiendo letras que no se borran más. Por ese ejercicio hoy ya incorporo el tema social desmitificando al malevo, haciéndolo en escultura semidesnudo, que se le vea una costilla o la rodilla porque fue y es humano. Para mí son tres maneras de comunicarse con el alma.
Y si te obligaran a realizar una de las actividades ¿Con cuál te quedarías?
La escultura para mi representa todo lo que hago, tiene el dibujo y la música en sus formas. Además puede estar en una galería, en una plaza o sobre un cerro. Con dolor por tener que elegir, me quedaría con la escultura.
En Cuyo existe una gran tradición folklórica ¿Cómo fue llegando el tango a tu vida?
Especialmente en las fiestas criollas, donde la tonada, la cueca y el gato crean la ceremonia. Siempre el tango tuvo una participación heredada por Gardel que cantó tonadas y cuecas como La Tupungatina. Además el virtuosismo de los guitarristas cuyanos siempre se luce tocando solos de tango o acompañando cantores. Soy un afortunado de crecer con esa cultura compartiendo con familias que mantienen la tradición, donde el cogollo de una tonada se paga con una copa de vino, y cuando suena un tango se lo respeta.
Estas preparando una gira por España y Europa. ¿Qué podremos ver de tu producción artística? ¿Tienes previstas actuaciones como cantor?
Una galería de arte que me representa en Italia, Amarillo 100×100, está organizando una nueva muestra y un festival de tango para Julio. Estoy enviando partituras para que los músicos se pongan de acuerdo con mis tangos, que la mayoría son tradicionales y tengo pistas para mostrar si se puede los tangos nuevos. Viajar con los músicos míos es muy costoso.
Lo mismo me gustaría en Madrid, por eso viajo para ponerme en contacto con productores del espectáculo, organizar a futuro algunos y poder mostrar mis esculturas. Espero que puedas ver un material de actuaciones en TV y festivales y difundirlo. Hay una oferta en Canarias y otra en El Escorial, pero me interesa mucho poder actuar en Madrid.
Julio César Ovejero, nuestro nada común amigo, dice que has nacido para cantar tango ¿Lo sientes así?
Sin fanatismo, soy el tango! Si camino por mi barrio me parece pintado por Homero Manzi, en el café, en la ciudad, respiro tango y tiene razón Julio mi querido hermano. Nací para cantar tangos. Lo asumo y estoy comprometido con esta música que revoluciona mi sangre y chorrea mis esculturas y me da «tinta roja» para dibujar una esquina con farol y la sonrisa de Carlos Gardel.
Aquí te estamos esperando Varón Álvarez, hasta muy pronto… mientras te dejamos en lo tuyo, cantando en un maravilloso espectáculo del Festival de Tango de Godoy Cruz en San Vicente, en una producción televisiva de los colegas de Sur Medios
ENTREVISTA Y TEXTOS DE EDUARDO ALDISER – MADRID 2010