Con Enrique Espina Rawson visitamos el edificio del Diario Crítica, Buenos Aires, Argentina. Esta colaboración nos llegó de Iuri Izrastzoff que publica Fervor por Buenos Aires, donde se rescatan los lugares y costumbres más típicas y relevantes de La Reina del Plata. El escritor e historiador del tango Enrique Espina Rawson descifra en palabras aquello que la fachada y el edificio de la Avenida de Mayo retiene en sus muros
Edificio del Diario Crítica
Enrique Espina Rawson
En Avenida de Mayo 1333, en 1926, se levantó uno de los edificios más extravagantes de Buenos Aires, el del diario Crítica. Su propietario, el uruguayo Natalio Botana, encomendó la obra a los arquitectos húngaros Jorge y Andrés Kalnay, que ya habían cobrado fama con los delirios arquitectónicos de la Costanera Sur, incluido el Munich.
La obra de los Kalnay rompía el tradicional estilo neoclásico de la Avenida de Mayo, con el art-deco que revolucionaba la arquitectura de vanguardia en el mundo. Incorporaron a la obra elementos de las culturas precolombinas y orientales, dentro del contexto de perfiles geométricos que excluían las curvas y los arabescos del decaído art nouveau, logrando una fachada con reminiscencias de templo maya o de la Metrópolis, de Fritz Lang.
Una arquitectura muy especial, revolucionaria
El severo continente exterior no era incompatible con el lujo interno, por cierto. Así el despacho de Botana, forrado en suntuosa boiserie de raras maderas. En el primer piso, jerarquizado del resto del edificio por el gran ventanal del balcón enmarcado en diseño escalonado. Las cuatro estatuas laterales, como también la sala de armas, excentricidad característica del estilo de Botana, daba a la obra, no sólo la capacidad necesaria para los talleres y oficinas, sino también ciertas características de glamour y sofisticación que aún hoy la destacan como una pieza de gran originalidad.
Los Kalnay recurrieron a elementos muy especiales
Ningún detalle escapó a la atención de los Kalnay, desde el calendario azteca grabado en el piso de granito negro, hasta los curiosos balconcitos en forma de proa de barco, sin olvidar las pesadas puertas corredizas de bronce que quizás salvaron la vida de los periodistas y personal del diario en las turbulentas épocas del primer peronismo.
Y claro… de allí salía un gran periódico argentino, Crítica
Esta es la somera descripción del inmueble. Lo que fue y significó el diario Crítica no tiene parangón con nada que haya sucedido antes ni después en el periodismo local. La figura de Botana, muerto trágicamente en 1941, fue comparada muchas veces con Randolph Hearst, que inspiró el Citizen Kane de Orson Welles. La redacción del diario albergó cuanto de valor hubo en las letras argentinas de esos años: los hermanos González Tuñón, Ulyses Petit de Murat, González Carballo, Edmundo Guibourg, Rojas Paz y hasta el mismo Jorge Luis Borges que militó, no muy convencido, en esas huestes. La Historia Universal de la Infamia, que por sí sola justificaría cualquier fama, fue publicada en el suplemento en colores del diario. La historia de estas historias ha inspirado infinidad de páginas, y no es menester traerla a cuento. El fabuloso edificio alberga hoy unas dependencias policiales. No lo merece.
Texto de Enrique Espina Rawson
Fotos de Iuri Izrastzoff
Buenos Aires – Argentina
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