Ya hemos comentado cómo nos vamos encontrando los de Argentina que vivimos desperdigados por el mundo en la Provincia 25, con palabras, tradiciones, decires… que nos llegaron desde diferentes países y regiones. Al estar en España, nuestros encuentros con esos rasgos culturales son de por aquí. Así, ya hemos comentado de donde proviene y cómo es un alfajor en Andalucía. En muchas notas y reportajes fueron saliendo los orígenes de palabras que nosotros seguimos usando, en algunos casos, y aquí perdieron vigencia.
Y ahora vamos a por dos de ellas. En 1983, al llegar a España, he coloborado durante tres años, con otras tantas promociones para el ya desaparecido Diario YA de Madrid, que había sido uno de los grandes periódicos de España durante décadas. Cuando lanzamos la primera promoción con una tarjeta computerizada de combinaciones aleatorias por estas latitudes, el Gane YA, comenté un día en la larga y fornida mesa de reuniones de calle Mateo Inurria del barrio de Chamartin, que para tener éxito en la acción promocional, los directores de secciones del diario debían unir esfuerzos y no cuidar cada uno sólo su almácigo. El directo general, don Manuel Capelo, de Huelva, asintió al momento… los demás se quedaron mirando… entonces don Manuel explicó qué era un almácigo, el rectángulo que en una huerta está plantado con determenida verdura, fruta, legumbre, etc. Obviamente, palabra que viene del árabe y de allí su implantación en el oeste andaluz, que no se lo usa, por lo menos ahora, en toda la región del sur hispano.
Una nave industrial se le llama en casi toda España. En Galicia, un galpón, como en Argentina y Sudamérica ¿Llevaron ellos la palabra para allá? Puede ser
Por esos años, recién llegado, comenté en cierta ocasión en la oficina que debíamos ir al galpón de quienes nos imprimían cosas a buscar determinados materiales impresos. José Luis Vara Collado, madrileño él, se me quedo mirando. Como vi que la palabra era desconocida para José Luis, le pregunté qué creía sobre su significado. Me dijo que sería un barco o algo así… pues bien, a los galpones en casi toda España se los llama naves industriales, considero que por aquello de hacerse con términos portuenses o marítimos por parte de los castellanos, como llaman puerto al paso de montaña y así por el estilo.
Le expliqué qué era un galpón pero ha sido recién ahora, viviendo en Galicia, cuando me encuentro que es la denominación que ellos usan para lo mismo que nosotros, una construcción de una planta, generalmente de dimensiones generosas, con algunas ventanas y un gran portón, donde se guardan cosas, cuando es un depósito, o se realizan manufacturas, construcciones, etc. Cuando visité Intenet para asegurarme que lo visto en anuncios y en el habla diaria de los gallegos, era lo que pensaba de un galpón, he visto que alguien comenta de unas posibles raíces indígenas. Esto es moda ahora, todo lo dijeron primero los indígenas en América, aunque para ello tengan que inventarse mil combinaciones. En este caso, siendo los gallegos tan navegadores e inmigrantes, bien pudo ser que lo trajeran para acá desde otros puertos. Pero… ¿Y si resulta que lo llevaron ellos para allá? Como a centenares de palabras que les escucho decir y que creía nuestras, de Argentina, o de por allí.
Por eso el título, tenemos un galpón repleto de almácigos de palabras que viajan para allá… atención argentinos! Tienen el espacio de Comentario debajo de la nota, para ampliar, rectificar, aportar o, como dice el mismo título de ese espacio, comentar más sobre el tema.
ANÁLISIS DE EDUARDO ALDISER – PONTEVEDRA 2019