Edith Scandro – La linda que canta lindo

 

Encuentro para recorrer su importante carrera como cantante, que aún continúa quemando etapas y preparándose para hacerlo como siempre, muy bien. La largada fue en Valcheta, Provincia de Río Negro, Argentina, un 9 de enero de 1936, en un pueblo que fundaron sus abuelos italianos y colonizadores del duro trabajo. De aquellos Scandroglio ha salido Edith Scandro, como tantos que estamos en esto, con un apellido retocado.

 

 

 

 

 

La escuchábamos en familia en mi Baldissera cordobés o en Rosario… y luego la veíamos por televisión. Tiempo atrás supe que vivía en España, un día nos encontramos en una esquina de la red social… y hoy nos ponemos a charlar, para glosar esa vida artística plena que tiene… y de la otra, también la inmigrante que vive en Almería, Andalucía, en el sur español.

La cantante argentina Edith Scandro, La linda que canta lindo, actuando en el Audiotorio de LR1 Radio El Mundo de Maipú 555, Buenos Aires, Argentina

Edith… pongo en situación a nuestros lectores recordando tres momentos de esos culminantes tuyos. Dejamos atrás Valcheta y el barrio de Versalles en Buenos Aires, donde llegaste siendo muy niña. Saltamos a tus quince años y ese Conservatorio Nacional de Música López Buchardo que tantas figuras del canto y la música nos ha dado. Que tuvieras al gran Enrique Susini como profesor es muy especial, y permíteme que recuerde de Susini que es uno de los precursores de la radio argentina, nuestra querida radio, que nació para emitir la ópera Parsifal desde el teatro Coliseo Argentino y que trasmitía desde la azotea… por eso les llaman a estos adelantados “Los locos de la azotea”.



Tú llevas un cierto paralelo con la radio nuestra, porque supiste aquello de cantar en el Teatro Colón, tras hacerte con una de las seis plazas disponibles para trescientas cantantes convocadas. Pero es de radio el segundo momento, cuando el maestro Domingo Marafioti te probó en Radio Belgrano de Ayacucho y Posadas. Aquel comienzo con La revista dislocada de Délfor Dicásolo… inolvidable programa!.

Portada de la revista de televisión de Argentina «Canal TV» con la imagen de Edith Scandro caricaturizada

Estamos en 1958 y, como un peldaño lleva al otro, un día cualquiera de tu vida, que lo habías empezado como si nada especial te pasaría… no estaba programado, pero el destino lo tenía marcado. Radio Belgrano y Canal 7 funcionaban en el mismo edificio. En nuestro canal estatal el programa La familia GESA que patrocinaba General Electric ya estaba por empezar… a Virginia Luque le surgió un contratiempo con su salud, como Guillermo Brizuela Méndez, Dringue Farías y Tato Bores estaban listos para empezar, maquillados, nerviosos porque faltaba la cantante… alguien se acordó de la rubiecita esa, muy bonita… Edith… Edith… Scandro“la que está en Belgrano”. Te fueron a buscar, ni tuviste tiempo para asustarte… “mira a esa cámara y canta”… y cantaste… te vio Argentina, llovieron los contratos… saliste a mil giras!



Nos queda mucho más para contar de ti, Edith, pero hemos venido hasta Almería para que nos cuentes esas otras cosas que no salen en una biografía, los recuerdos más tuyos… Pero dime, ¿Dónde estamos?

Este es un buen lugar para tomar un rico café mientras se contempla el poético y majestuoso mar Mediterráneo…. Se llama La Dulce Alianza y es mi punto de encuentro con amigos en Almería. A veces me encuentro aquí, como hoy, con buenos amigos y charlamos y contamos nuestras vivencias, algunas anécdotas



Y tú las debes tener a miles, Edith Scandro

Claro que sí! Recuerdo que en gira por países de América, llegué a Caracas por primera vez, en la época de «La nueva ola», años `60 y `70. Allí encontré a El Chúcaro y su Dolores, que era Norma Viola, con Luisito Aguilé, Los Mac Ke Mac’s, Eduardo Farrel, el ballet de Tino Amico, Morenita Gale – Marín… y cuando llegue estaban todos saludándome con alegría y preguntándome “Edith ¿Trajiste mate?» y yo les conteste que…. “Claro, por supuesto!!”. “Ah! qué suerte, porque se nos terminó la yerba mate y aquí no la conseguimos”. Terminamos todos en «rueda criolla», disfrutando del mate y de la mutua compañía…. Siempre me quedé la duda ¿Me esperaban a mí o al Mate? jejeje….



Mira que has nombrado a artistas nuestros entrañables… y ese Luis Aguilé que se nos marchó no hace mucho, ya muy madrileño él. Seguro que si pedimos otro café… yo mi té sin más, tal vez un croissant y te pones a recorrer mentalmente América, tienes más cosas que contarnos…

Muchísimas… otra de un debut, en Chile, era 1959, la primera vez que actuaba en Santiago. Me invitaron a un almuerzo que se hacía en las Viñas de Rancagua, el propietario era el escritor Baltasar Castro. Un lugar bellísimo, con grandes extensiones de viñedos rodeados de altas cumbres, algunas con sus picos nevados. Allí conocí al genial Pablo Neruda junto a otros artistas y escritores más algunos músicos que nos deleitaron con el folklore chileno. Me acompañaba mi madre. Yo era una jovencita veinteañera y a visitarnos había llegado desde Buenos Aires mi papá. Nos ubicaron a los tres en un lugar de privilegio, al lado de Pablo Neruda y su Matilde, también argentina.

Después de comer vino hacia nosotros el hijo del dueño de esa finca; montaba un hermoso y brioso caballo negro azabache y vestido con un típico traje gala, de huaso chileno. Nos dijo que quería homenajear a la Argentina y a nosotros… y llevando una enorme bandera argentina al galope, rodeo todos los viñedos! Era una extensión tan grande que de pronto solo veíamos la bandera ondeando al viento. Volvió a nosotros y nos cubrió con nuestra azul y blanca… Agradecimos esa gran atención con un nudo en la garganta y con nubes en los ojos. Tengo tantos buenos momentos y recuerdos, he conocido a tanta gente maravillosa, especial. Eso es lo lindo de mi profesión, la música y el canto es el idioma universal por excelencia!



¿Nos aliamos para quedar nuevamente dentro de poco en este café almeriense, La Dulce Alianza…? Pero te dejaré cantando Casita de Papel!

 

EDUARDO ALDISER – ESPAÑA