Dúo Alfonso y Zabala – Guitarras cuyanas – Andrés Hidalgo

Alfonso y Zabala, Dos Guitarras y un solo Corazón para Cuyo  –  Andrés Hidalgo

Hablar de este binomio del Folklore cuyano tiene un sentido muy amplio, dado su alcance musical en San Luis, Cuyo, Argentina, América y Europa. Alfonso y Zabala, dos grandes referentes y cultores de la música cuyana, nacieron allá… en la tierra del Ranquel, “San Luis”, nombre originario con que la bautizo el 25 de agosto de 1594 el español Luis Jofré de Loaysa y Meneses, teniente corregidor de Cuyo.

Un poco de historia sanluiceña

Después fue abandonada, pero en 1596, Martín García Oñez de Loyola», capitán general de Chile, mandó fundarla nuevamente. Entonces la ciudad recibió el nombre de «San Luis de Loyola de la punta de los venados”. De ahí deriva el nombre “puntano”. Hoy, junto a las provincias de Mendoza y San Juan forman la región de Cuyo, República Argentina.

Alfredo Alfonso, de los pagos de Villa Mercedes

Nació en Villa Mercedes en el antiguo Fuerte Constitucional en la provincia de San Luis, el día 30 de enero de 1922. Eduardo Alfonso, su padre, era empleado ferroviario del FGSM Ferrocarril General San Martín, guitarrista y cantor, además tocaba el acordeón. Luisa Contreras su madre, ejecutaba también el acordeón y amaba la música criolla.

Alfredo Alfonso comenzó artísticamente integrando La Tropilla de Huachi-Pampa conjunto folklórico único en su estilo, dirigido por el huaqueño, Eusebio de Jesús Dojorti conocido como Buenaventura Luna. Con ellos actuó en el programa El Fogón de los Arrieros, que se emitía por LR1 Radio El Mundo de Buenos Aires. También participó en las grabaciones que se hicieron para el sello RCA Victor. Luego de alejarse de La Tropilla, actuó con Los Trovadores de Cuyo conjunto dirigido por el mendocino Hilario Cuadros, y más tarde con Los Troperos de Pampa de Achala de Marcos López. En su carrera junto a José Zabala acompaño musicalmente con su guitarra a Juan Carlos Mareco “Pinocho” actuando en radio y televisión, y viajando por América y Europa.

Con el deseo de superarse, siendo ya adulto, Alfonso cursó estudios de música que perfeccionaron su ejecución de primer guitarra, también le permitió escribir las partituras y registrar sus canciones en SADAIC Sociedad Argentina De Autores y Compositores. Por supuesto, siempre secundado por José Zabala, que hace en el dúo la segunda guitarra. Los arreglos musicales implementados en sus canciones pertenecen a los dos, están hechos en común acuerdo y al gusto de ambos.


Alfredo Alfonso, presente en centenares de discos

Alfredo Alfonso grabó disco con todos los conjuntos donde participó. Y con su compañero José Zabala, grabó varios de música folklórica cuyana en solo de guitarra. Bueno es aclarar que este dúo de guitarras, fue el creador de un disco patriótico en el que incluyeron: el Himno Nacional Argentino, La Marcha de San Lorenzo, El Pericón Nacional, Los 60 Granaderos, Tres Árboles (Marcha), Cerro de la Gloria (Canción).


Alfredo Alfonso Compositor

Como compositor fue autor de numerosas canciones, tales como los gatos «El Mercedino», «De la Prima a la Bordona», «Fortín Puntano», «El Carmelitano» y «Río Quinto» – entre otras las cuecas «Entre Mercedes y San Luis», «Yo sé por qué», en colaboración con Santiago Bértiz – los valses «Adiós Aieta» y «Provincia de San Luis» y las zambas «Recuerdos Puntanos» con Rubén Moreira, y «Canto a la Abuela». También es coautor, junto a Juan Carlos Mareco de la canción «A una novia”. Compuso innumerables temas que se destacan por lo complejo de su digitación, entre ellos la hermosa cueca «Entre Mercedes y San Luís» (una belleza en su arquitectura musical); los gatos «Mi novia linda» y «El Correcto “con su compañero de guitarra José Zabala.

Alfredo Alfonso se marchó de este mundo dejando un capital maravilloso en música para guitarra. Su espíritu “puntano” jamás se ha de olvidar en su tierra renqueña. Falleció en Buenos Aires el día 5 de mayo de 1980.


José Zabala, del Valle de Conlara

José Adimanto Inocencio Zavala nació el 28 de diciembre de 1922, día de los Santos Inocentes, y fue asentado en el Registro Civil de las personas el día 2 de febrero de 1923, en Santa Rosa, un pueblito de San Luis próximo al Concarán llamado, Ojo del Río. Hijo de Martín Zavala y de Rosa Zabala, su padre Martin era violinista autodidacta, también ejecutaba guitarra. Su mamá “doña” Rosa se dedicaba a la venta de verduras.

 

Debido a la situación económica que se vivía en el ámbito familiar, un día su madre decide abandonar su matrimonio y migra con su hijo de 4 años en busca de trabajo hacia Villa Mercedes. Allí, consiguió emplearse como cocinera en un hotel de la ciudad. Desde entonces, Villa Mercedes pasó a ser cobijo de la niñez temprana de José, que con tan solo cinco años ya recorría las calles de la ciudad.


José y Alfredo, amigos desde niños

En busca de sus aventuras de niño, se juntaba con sus vecinos como Alfredo Alfonso, con quien entabló amistad, una verdadera y genuina amistad que hubo de perdurar todas sus vidas. Juntos fueron a la escuela, tuvieron la misma maestra, y en los ratos de juego con otros compañeros se reunían para escuchar música en el fonógrafo de algún boliche o almacén de ramos generales, allá por la Calle Angosta. También ambos, aprendieron a rasgar y bordonear una guitarra tan solo de ver y escuchar a los cantores que se reunían por allí. Alguno de sus referentes y supervisores fueron Ulpiano Romero y don Luis Lucero, dos guitarreros vecinos del lugar. Apena cumplidos sus siete años José tiene su primera guitarra.

Zabalita era un joven tímido pero emprendedor, tenía incorporado el espíritu y el deseo de ser alguien musicalmente hablando. Motivado por esto, un día decide viajar a Buenos Aires, donde en 1941 debuta en LR4 Radio Splendid acompañando a don Hilario Cuadros y sus Trovadores de Cuyo. De esa manera José Zabala inicia su carrera profesional.


Alfredo Alfonso con La Tropilla de Huachi-Pampa

Mientras tanto… Alfredo Alfonso, que para entonces estaba radicado en Buenos Aires con su padre, había sido convocado por el poeta huaqueño Buenaventura Luna para sumarse como guitarrista a La Tropilla de Huchi-Pampa, donde militaban también Remberto del Rosario Narváez, Antonio Tormo, Diego Manuel Canales, José Samuel Báez, José Castorina (Zarco Alejo), Jorge Durán, Juan Gregorio Bustos “El asoleoa” y otros…


Alfonso y Zabala, otra vez juntos, en Buenos Aires

Nuevamente con la amistad de siempre y el deseo de estar juntos, Alfonso y Zabala se unen. José deja Los Trovadores de Cuyo y se integra a La Tropilla de Huchi-Pampa desde 1943 hasta 1948. Para ese entonces La Tropilla estaba dirigida por José Samuel Báez. Actuó con ellos en LR1 Radio El Mundo y LR3 Radio Belgrano, participando en sus grabaciones para el cello RCA Victor.

En La Tropilla de Huachi-Pampa permanecieron durante cinco años. Luego en 1948 forman su propio conjunto “Los Arrieros Cuyanos”, integrado por Alfonso y Zabala en guitarras, Moreyra e Hipólito Canales en voces. Cabe aclarar que Hipólito “Polo” Canales era hermano del ya desaparecido Diego Manuel Canales, aquel integrante famoso de La Tropilla de Huachi-Pampa, que formo dúo de voces con Antonio Tormo.

Dos guitarras para Los Troperos de Pampa de Achala

En 1950 Alfonso y Zabala pasan a integrar el conjunto Los Troperos de Pampa de Achala dirigido por Marcos López. En 1964 acompañaron a Marta de los Ríos (Madre del pianista, Waldo de los Ríos) a Margarita Palacio y Nelly Omar; integraron el conjunto Los Puntanos (con los hermanos Arce) y en ese mismo año acompañaron al Dúo Linares – Canales y al Dúo Benítez – Deneve.


Alfonso y Zabala con el uruguayo Juan Carlos Mareco

En 1957, estando en Villa Mercedes, Zabala conoce a Juan Carlos Mareco “Pinocho”, showman, imitador y cantante de origen uruguayo que estaba pasando por un mal momento ya que lo habían abandonado sus músicos en plena gira. Apremiado por su situación, Mareco recurre a Zabala para que lo ayude acompañándolo musicalmente, pues tenía que cumplir con los contratos de su gira. Inmediatamente y sin vacilar Zabala le prestó su colaboración, y lo acompaño. Lo importante es que esta relación profesional se prolongó por veinte años que incluyeron trabajos conjuntos en las revistas de los teatros Maipo y El Nacional y prolongadasa giras por España y América Latina. Más una amplia y prolongada participación en Televisión.

A su regreso graban siete discos de larga duración, como Dúo Alfonso y Zabala. En 1979 realizan una gira por Colombia. La continuidad artística de este binomio folklórico se ve frustrada lamentablemente, el día 5 de mayo de 1980, cuando fallece Alfredo Alfonso. José Zabala continúa su carrera artística, forma el grupo “José Zabala y las Guitarras Cuyanas”, con la voz de su hija Silvia. Graban dos largas duración Más Cuyano Imposible – Volumen 1 y 2.

 


José Zabala, compositor

Entre sus composiciones, podemos destacar: Campanita de Santo Domingo (vals) con Rafael Arancibia Laborda – Roberto y Para Raúl (vals) – Calle Angosta (cueca) – Quién dijo salud (cueca) – y Nació una flor (cueca) – Yo te quiero y no lo niego ( tonadas) – La Tonada y el cogollo (tonada) con Ángel Asís – La Lechuza (milonga) – Zamba Mercedina (zamba) con Oscar Valles – El Chulengo (gato), que en su origen era solo instrumental y que en un desafío de Zabala, Oscar «Cacho» Valles, le puso letra – Bien Cuyano (cueca) – Vuelves en la noche (zamba) – Mi tierra Mercedina. También con Marcos López y sus Troperos de Pampa de Achala tuvo la oportunidad de grabar algunos temas tradicionales, uno de ellos «Criollo Renqueño» gato, que dedicara a la Villa histórica de Renca y los festejos a su Santo Patrono que se rememora los 3 de Mayo.

José Zabala, el adiós de un gran guitarrista

José Zabala parte de este mundo un 29 de abril de 1988 víctima de una enfermedad cruel, irreversible dejando en todo Cuyo su sentimiento musical hecho guitarra, nostalgia de un noble criollo que nunca se alejo del pago. Hoy y por siempre ha de perdurar su obra poética y musical como uno de los mejores referentes del folklore argentino.


El comportamiento de sus padres

Tanto los padres de Alfonso como los de Zabala nunca se opusieron a que sus hijos se dedicaran al arte musical y a su comprometido destino. Ellos reconocían, sabían que por aquellas épocas abrazar la música no era tarea fácil. Para eso había que viajar a Buenos Aires, entreverarse allí con aquellos que ya estaban ocupando las bancas artísticas en las radios y teatros de esta gran ciudad.


¿Zabala o Zavala?

Muchos se preguntaran por qué en todos los registros discográficos, notas, afiches y comentarios el apellido de José está escrito con la letra “b” larga (José Zabala), y no como correctamente debería ser Zavala, empleando la letra “V” corta. En un principio se pensó que pudo haber sido un error del oficial de turno al asentar su nacimiento en el Registro Civil, muy común en aquellas épocas. Pero luego, conociendo el apellido de su madre, Rosa Zabala, y comprendiendo el amor que él sentía por ella, entendemos que José Zabala adopto el apellido de su madre para actuar artísticamente.


Palabras de Silvia Zavala, su hija

“Mi papá tenía diabetes y no se cuidaba, pero estaba contento porque supo por boca de Atahualpa Yupanqui que en Japón mucha gente preguntaba dónde quedaba y cómo era la Calle Angosta. Cierto día estando en un encuentro musical mercedino, se le arrimó una cantante tucumana, apodada “Mecha” y le pidió: «Zabalita, cánteme la Calle Angosta” Era nada menos que la Negra Mercedes Sosa, y le ofreció a mi papá una copa de vino. Treinta años después ella la incorporó a su repertorio y le puso su bella voz a la misma cueca, acompañada por las guitarras de Alfredo Zitarrosa. Él no pudo escucharla, pero yo lloré en su nombre».


Cueca Calle Angosta

La cueca “Calle Angosta” que José Zabala escribiera estando en España en 1964 fue declarada Himno de la Ciudad de Villa Mercedes el día 8 de Agosto del año 2006. La compone, según sus propias palabras, como una deuda de gratitud a su añorada infancia. Jamás él imaginó que su cueca tan regional, con sus personajes, su paisaje, su ritmo y estilo, recorriera el mundo, y fuera grabada por tantos artistas de renombre: Mercedes Sosa, Los Chalchaleros, Carlos Torres Vila, Los Arrieros Puntanos, Los Andariegos, Los Manseros Santiagueños y Julia Elena Dávalos, Los Cantores de Quilla Huasi, por sólo mencionar algunas versiones. Se cantó en toda América, incluido en 1998 en la Quinta Avenida de Nueva York durante un festival de música puntana, en España y en Japón, donde la interpretó un coro de argentinitos vestidos como de nieve. Menos podía pensar aún que ese mismo tema le daría nombre a la Fiesta Nacional de la Calle Angosta que se realiza en Villa Mercedes San Luis, en el escenario que lleva su nombre y él de su entrañable amigo Alfredo Alfonso.


Aquel Boliche de los Miranda

Dice Ricardo Miranda, nieto de Don Cándido Miranda, fundador del legendario Boliche de los Miranda que menciona justamente: “La cueca de Zabalita es su tributo sencillo, localista, descriptivo, de una callecita «la de una vereda sola…» que se extiende paralela a las vías del Ferrocarril San Martín, por donde pasaba El Zonda. «Calle angosta» se remite a un tiempo de esplendor pueblerino, allá por los años 30 y 40, en que la estación ferroviaria competía con el centro de la villa. La callecita arrancaba en la avenida Los Álamos y terminaba en el molino harinero Fénix. Y además de contar con una serie de almacenes de ramos generales Don Manuel, Los Miranda y, enfrente, el del vasco «Don Calixto… ¡casi nada!» en los que se vendía la gaseosa nacional Chinchibira, las alpargatas o la ginebra Bols, sonaban las guitarras de changarines, cocheros de plaza y cantores, y también circulaban por allí las chicas que ofrecían un rato de placer. La Calle Angosta era exclusivo territorio de hombres que se perdían entre el alcohol, el sexo y la música”.

¿Qué dijo su autor, oficialmente? Palabras de José Adimanto Zavala

«Escribí Calle Angosta por tantos recuerdos que tengo de esa calle angosta, siempre tenía en mi mente, como una deuda espiritual, dedicarle algo que pudiera dejar imperecedero todo lo que yo viví en ese pedazo de tierra mercedina, y así fue que con tanto cariño compuse esta canción».


Juan Carlos Mareco “Pinocho” dijo sobre Alfonso y Zabala

«He estado con ellos y ellos conmigo, en radio, teatro y televisión, inalterablemente artistas plenos, amigos cabales, folkloristas de alto sentir, nunca habían tenido la ocasión de realizar este sueño… su primer larga duración, misterio de este país asombroso pero querido, desmemoriado a veces pero jamás ingrato… y siempre argentino… y llegó el “DISCO” ¡Bienvenido por Dios! Lo siento un poco hijo mío, hijo de aquellas largas vigilias en que deseábamos tanto decirle a mucha gente, gritarle al país en pleno restallar folklórico… `Señores no olviden a Cuyo´. Y aquí esta Cuyo, Alfonso y Zabala, hablándoles desde el hechizo de la madera armoniosa”. A ellos el mejor éxito.


Nos dice Roberto Palmer, de Los Cantores de Quilla Huasi

Hola Andrés, gusto de comunicarme con vos. Alfonso y Zabala participaron en la grabación de Sentencias del Tata Viejo, letra de Buenaventura Luna y música de Oscar Valles, allá por el setenta y pico. Al que más traté yo fue a Zabalita, no tanto a Alfonso. De Zabalita, te cuento: Mi cuñado Kike, gran admirador de lo cuyano y de ellos, me dijo un día que un deseo grande suyo era que, bajando del avión en Buenos Aires, lo estuviera esperando Zabalita tocando La Calle Angosta; estando en Cosquín ensayando Los Quilla con él y su conjunto, para cantar juntos en un cuadro, se lo comenté y él, con su bonhomía y humildad, me contesto a la manera cuyana: “Avíseme cuando venga, que lo voy a esperar con los muchachos y le damos la serenata cuando baje”… No ocurrió, porque lamentablemente mi cuñado no volvió a Argentina, y en ese tiempo Zabalita falleció, Kike lamentó mucho su muerte, y también no haber tenido la suerte de que le diera ese recibimiento, que hubiera sido el gesto para con él de un gran artista, humilde y humano como el que más” (Kike De Caso, integrante del “Dúo” Palmer – De Caso en España).

Andrés “Lolo” Hidalgo
Juan María Gutiérrez – Berazategui Buenos Aires – Argentina. andreshidalgo1948@yahoo.com.ar