Carlos Trotta y la diáspora de los argentinos

Carlos Trotta, nacido en Pergamino, Provincia de Buenos Aires, Argentina, lleva desde 1982 en Madrid. En nuestro multiportal ha firmado sus vivencias con La Porteña Jazz Band y lo citamos por los datos que nos ha aportado desde el ”Diccionario Nacional o Gran Diccionario Clásico de la Lengua Española” por Don Ramón Joaquín Domínguez en el que se habla del tango en 1850. Años atrás en la Web La Hora del Taxi ha relatado de este modo su experiencia como emigrante argentino

 

La Diáspora
Por Carlos Trotta

Días atrás, yendo hacia Madrid junto a mi mujer, surgió un tema de conversación que me hizo retroceder a un tiempo pasado, concretamente a 1982, cuando llegamos desde Argentina a España junto a nuestras cuatro hijas, para fijar el nuevo domicilio de la familia.

La conversación giró en torno a que muchas de las amigas de nuestras hijas volvieron a relacionarse con ellas después de muchos años, gracias a estos nuevos medios de comunicación que han aparecido desde esa fecha hasta ahora, con la particularidad de que muchas de ellas han emigrado de Argentina, estableciéndose en diversas partes del mundo.

Y precisamente esta última frase me sirve como punto de partida, puesto que el contenido de esa conversación me ha llevado a reflexionar sobre la dispersión que hemos sufrido y sufren las personas que tiene que abandonar su país de origen en busca de un lugar en el mundo donde poder vivir en mejores condiciones de la que ese, su país, les ofrece.

Y se sufre. Vaya si se sufre

La emigración es difícil y llena de impedimentos, porque ese cambio geográfico al que uno se somete, lleva implícito el caer de lleno en una nueva sociedad, que con sus usos y costumbre, actúa como una barrera insalvable que debemos superar para ir incorporándonos muy poco a poco, inexorablemente, ya que si queremos interactuar como uno más, debemos adaptarnos.

Usos y costumbres: comidas, ropas, giros idiomáticos (en el caso de que el nuevo país tenga distinto idioma, la dificultad es mayor) distintos programas de estudios, distintas condiciones laborales, distinta moneda, distinta bandera, distinto himno… y algo tan simple y cotidiano: periódicos, revistas, programas de radio y televisión con contenidos y presentadores no conocidos, vecinos y compañeros de estudio o de trabajo que son completamente desconocidos.


Los primeros momentos son difíciles

Porque también hay que tener en cuenta que atrás quedan muchos lazos, sobre todo los afectivos que son los más difíciles de superar, superación más costosas aún para aquellos que están en edades comprendidas entre la infancia y la juventud, esos lazos afectivos que se manifiestan de forma muy diversa se ven abruptamente cortados lo que produce una conmoción en lo más profundo de la psiquis de quien lo sufre.

Es como empezar una nueva vida

Todo, todo influye en el nuevo estilo de vida que se debe adoptar, y este cambio no es inmediato, lleva su tiempo y en su transcurrir se va produciendo la metamorfosis, la mudanza, la transformación que en definitiva lleva a la adaptación a esa nueva sociedad. Y no siempre esta adaptación es simple, es lisa y llana, es sencilla, pues aparecen las complicaciones y dificultades que, en ocasiones, hacen dudar de lo acertado de la emigración.

La experiencia de la Familia Trotta

Pero en nuestro caso, después de tantos años de la gran decisión de trasladarnos a España y de haber experimentado y vivido lo anteriormente expuesto, podemos decir que ha sido más que satisfactorio el resultado que nos ha deparado el cambio, hoy mi familia puede gozar de la acogida del país que nos ha proporcionado la dicha de estar plenamente identificados con esta sociedad, nos sentimos muy halagados cuando somos considerados como “los gallegos” (expresión usada por los argentinos refiriéndose a los españoles) por nuestros familiares y amigos de Argentina.

Galapagar, Madrid, España, 3 de julio de 2013

EDICIÓN DE EDUARDO ALDISER / PONTEVEDRA 2013