Antonio Abreu Franco, gallego de Vigo, nos espera en el Pazo de Moreira de los Troncoso, en Ponteareas, provincia de Pontevedra, Galicia, España. Vivió una aventura juvenil en viaje de polizón Buenos Aires y siempre ha vuelto. Lo visitamos con Georgina Bortolotto y la charla da para varias notas. En ésta nos relata aquel primer viaje
Antonio… nos recibes con el Polaco Goyeneche cantando. Te llama Django y hablan de nuestra música. El tango te fue ganando…
Realmente el tango venía ya dentro de mí, puesto que fui concebido por mi madre sobre Octubre del 35, nacido siete meses después, anticipadamente, debido a la convulsión de la guerra, el 28/Abril o 2 de Mayo de 1936. ¿Cómo no iba ya a ser parte del tango si en mi niñez he vivido inmerso en una terrible posguerra y una dictadura?
Vamos a recordar aquellos años de la emigración española, la que se vivía especialmente en esa ciudad de Vigo tuya, y aquel primer viaje a Buenos Aires con pasaje “gratis total” y sin avisar en casa…
Mis viajes de Polizón son un referente de mi vida, y que quedaron plasmados en ella ante todos los amigos que me conocen. En mi están. De ello solo cambiaría el disgusto y el dolor que he causado a mis padres. El resto ha enriquecido mi vida. Por ello me han perdonado. Referente a aquel primer viaje de ida a Buenos Aires de polizón cuando apenas tenía 16/17 años, y mi regreso también de polizón (aún menor de edad) a los escasos dos años después, debido a los acontecimientos de una posible guerra en Argentina, que terminó con la marcha del entonces presidente Perón.
Debo de decirte que estoy en deuda con los que años atrás fueron presidentes del Centro Gallego y Casa de Galicia en Buenos Aires, (que ahora están pasando un muy mal momento debido también a las malas políticas de aquel país y del nuestro). En presencia de José Luis Garra en Radio El Mundo les prometí a ambos presidentes de dichas casas de Galicia que les enviaría un libro de aquellos dos viajes, sobre todo para incorporar al MEGA – Museo del Centro Gallego por su originalidad supongo.
Dicho libro eran mis viajes de polizón de mi niñez y finalizaría en mi vejez. Todo ello lo plasmaría mi escritor, el insigne argentino de origen gallego Horacio Vázquez Rial, licenciado en Historia Medieval, Doctor en Geografía Humana, escritor. Pero desafortunadamente este ha fallecido el 06/09/2012. Que descanse en paz Horacio Vázquez Rial. Me había comentado en una ocasión que le gustaba mucho mi historia debido a que era similar a la historia de su abuelo que yo podía apreciar en su libro “Frontera Sur”, libro que yo había leído. Me lo había obsequiado mi amigo el actor Luis Merlo, hijo del actor Carlos Larrañaga, y que se ha plasmado en una película, titulada también “Frontera Sur”. Pero sigo en mi propósito de llevar personalmente a Buenos Aires a dichos centros gallegos algún escrito de los enviados a Horacio, y que parten desde mis 16/17 años.
De polizón en el buque italiano “Castel Felice”
Te doy un pequeño, muy real y sentido avance: Todo el recinto del Muelle Trasatlántico de Vigo al pie del buque italiano “Castel Felice” era en aquel año 1954 un clamor de sollozos y llantos de los que iban a embarcar con otros que quedaban, donde yo, aun siendo un niño, sentía profundamente dentro de mÍ. Los corros que formaban familias que venían de muchos lugares de Galicia, algunos con pequeños bultos, o atados que no habían facturado, puestos en medio. Estas familias y amigos se unían en redondo, enlazados sus brazos a fin de proteger sus pertenencias, y así abrazando sus cuerpos, para muchos quizás por última vez. Es muy difícil narrar aquellas escenas, llantos, ayes, consejos, que ninguno de ellos reparaba en que cualquiera oyese, estaban fuera de sí mismos, solos con sus penas.
Pero escenas más trágicas se sentían cuando el buque soltaba las amarras y se iba separando y alejando, las viví estando yo encima del portón elevado de una bodega de proa despidiéndome también, a efectos de que si me veía algún oficial, simular ser un pasajero. Jamás me olvidaré que a mi lado estaba un hombre vestido de blanco, alto, miraba y oía con tristeza, posando una mano sobre mi cabeza acariciándomela, y la otra tocando la suya a la vez que movía su cabello con nerviosismo, le oí decir… “¡Porco dío!”. Nunca supe si era médico, cocinero, peluquero….nunca más lo vi, pero me acompañará siempre su imagen, que yo miraba de soslayo. Tampoco supe que querían decir aquellas palabras, hasta que me enteré en Buenos Aires. Acepté que fuese una blasfemia, pero nunca una falta hacia Dios sino un acercamiento. Una protesta al mismo.
Lo programamos con un amigo muy querido
Enrique “Quique” Goncalvez, al que yo había ido a buscar a su casa para que me acompañara de polizón, tenía mi edad, lo llevé conmigo puesto que tenía a su padre en Buenos Aires. Salimos de su casa que era cerca de la mía, dos casas más arriba, en la Cuesta del Pinar, hoy Bajada al Castaño, en Vigo. Se quedaba sin duda escribiendo para el mundo desde la ventana de la izquierda de su casa, Marcial Lafuente Estefanía, aquel conocido general republicano que vino a vivir cerca de mi casa y que fue tan amigo de mi padre, y que también muchas veces me acariciaba mi cabeza. Con él quedaban también en su casa María Luisa su esposa, y sus hijos Fede y Paco, fallecido este último.
Quise rendir un tributo a Marcial Lafuente Estefanía
Debo comentar que en nombre de su hijo Federico Lafuente, como en nombre de gentes de aquel barrio del Castaño como de Las Traviesas, he solicitado por escrito dos veces al Ayuntamiento de Vigo, la primera de ellas cuando se le hizo un homenaje, el estudio de ver la posibilidad de ponerle a Bajada al Castaño, ”Calle Marcial Lafuente Estefanía”, cosa que gustó mucho a vecinos de la calle como a `Amigos Das Travesas´, pero sin tener contestación de la Sra. Concejala de Cultura hasta hoy, no contestando a ninguna carta, ni comentando nada de la recepción de las mismas, pero habiendo sido muy bien recibida esta solicitud por el partido del PP, así lo hizo público, y que se adhería a esta solicitud. Lo ha hecho público también el alcalde de Vigo Sr. Caballero que alguna vez comentó “Cuando niño aprendí a leer con las novelas de Estefanía”. Esperemos a que tome la alcaldía el PP, pues este escritor fue leído en todos los países de habla hispana, como en EEUU. Pero en Vigo, en la que se inspiró Estefanía, y escribió sus primeras novelas, no tiene su calle. Sin embargo en otras ciudades fuera de Galicia sí que lo recuerdan con calles o paseos.
Pero a Quique les temblaron las piernas
Habíamos quedado en que Quique y yo subíamos por El Castaño a embarcar en el “Castel Felice”. Efectivamente, Quique, quien ahora vive en Buenos Aires, llegó a subir conmigo a bordo y habiendo estado también subido a la tapa de la bodega donde también estaba el hombre vestido de blanco que he mencionado. Estaba obsesionado y muy temeroso de aquel viaje, varias veces antes de subir a bordo, al encontrarlo tan nervioso le dije “¡Si ves que tienes miedo quédate antes de intentar subir!”. Me dijo que no, que adelante. Arriba empezó a decirme que quería ir al baño, se encogía diciéndome en un momento que ya no aguantaba más, y como habían anunciado ya hacía un rato que procedían a sacar la pasarela, le dije que fuera, pues el barco ya se movía para salir hacía un rato. Cuando el señor de blanco pronunció aquellas palabras, ni un minuto más tarde, miré hacia el muelle y vi a Quique sobre el mismo levantando sus dos brazos por encima de su cabeza y juntando las manos y moviéndolas en señal de ¡!ánimo!!, ¡¡éxito!!.
Aquellos gallegos que emigraban buscando nuevos horizontes
Ese día hacía mucho mar. Después de andar merodeando en busca de algún lugar donde esconderme cuando ya no quedara gente en cubierta. Al encaminarme a la proa tras dejar atrás las Islas Cíes vi a unos hombres sobre dicha proa, mirando con gran tristeza la tierra gallega que quedaba en el horizonte, alterados algunos. Al verme tan joven, 16 años, y preguntarme con quien viajaba y decirles que viajaba solo, uno de ellos, Varela, estalló y gritó a los otros con sus ojos empañados “¡!A flor da xuventú tamen emigra¡¡. Me cago en Dios…. ¡¡así queda España, solo con beatas, curas e fascistas!!. ¡¡ España, filla de puta que nos botas fora como si fóramos cans!! ¡Que nos matas de fame¡ ¡Terra cabrona¡”, extendiendo el brazo izquierdo hacia la derecha, a la altura de un cabestrillo y subiendo el derecho hacia arriba, con los puños cerrados, haciendo continuados y brutales cortes de mangas hacia el horizonte que quedaba atrás, llorando, desesperado, lleno de rabia… hasta caer y levantarse a la vez.
Se acercó Panete, el más viejo de ellos y le dijo, “Varela, non e España que e a nosa terra, sinon Franco”, tratando de sujetarlo lo abrazó, con sus ojos húmedos también. Varela seguía forcejeando, llegó Fernando, se abrazó a los dos, los tres formaban una piña llena de desesperación rabia y ternura a la vez, acariciándose. Estos hombres sin duda habían vivido una vida injusta y fueron parte en una terrible guerra civil. Aclaro que es difícil comentar aquella escena, y puedo asegurar que ninguno de ellos había bebido, yo por supuesto tampoco, y también lloré en aquel momento, acurrucado en toda la proa, aterido de frío. Días después, en este viaje, lloré por segunda vez en mi vida, no por una rabieta… lloré por primera vez como un hombre!
Aquellos vigueses que jamás retornaron
Ahora pongo los nombres de ellos, siempre fueron mis amigos, nunca les dije que yo era polizón. Después del viaje jamás he vuelto a ver a ninguno. Todos eran de Vigo, Panete de La Calzada o Teis, Varela y Fernando no lo sé, no lo recuerdo pero eran vigueses. Fernando me comentaba que desde Buenos Aires trataría de ir a Nueva York. Quique, Panete, Fernando, Varela… el Castel Felice!, rumbo a Buenos Aires.
Emocionante relato, Antonio Abreu, como lo son todos los de emigrantes ¿Sabes que te digo?, que muy buenos estos quesos y jamones que nos han servido con el albariño en Pazo Moreira…
ENTREVISTA DE EDUARDO ALDISER – PONTEVEDRA 2015
COLABORACIÓN DE GEORGINA BORTOLOTTO
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Antonio Abreu Franco nació en Vigo, Pontevedra, España, el 28 de Abril de 1936 y falleció en Ponteareas, localidad de la misma provincia gallega, el 19 de Diciembre 2021