Si bien la recordaba de mis últimos años en Argentina, el contacto personal con Patricia Nora lo tuve en Madrid y, en particular, en La Navata de Galapagar, donde el guitarrista entrerriano Dioni Velázquez tiene su estudio de grabaciones Santa Elena. Con Patricia, el bandoneonísta Jorge Lema, ese maravilloso asturiano que era tan gran médico como cantor de tango, Antonio Belaústegui, Carlos Echegaray y otros muchos intérpretes, alguna vez con Jorge Sobral de visitante, esas serranías madrileñas se transformaban en una esquina porteña de compadrito, luz de almacén y organito de la tarde.