Estamos en contacto con Gladys Bertolez desde 2008, cuando se puso en marcha la Casa Argentina de Tarragona, entidad que nos representa y de la que pertenece al grupo de los fundadores. Hoy vamos a charlar sobre su experiencia como emigrante argentina.
Vino en lo que llamamos “el grupo de emigrados del Corralito”, – esa palabra suave que encubre una gran estafa estatal – a comenzar una nueva vida
Hola Gladys… como sabes, siendo lectora de Argentina Mundo nos gusta conocer de donde provienen nuestros entrevistados, aquella ciudad, el barrio, la escuela, la formación. En tu caso esa Córdoba natal… como dice la zamba, te casaste, formaste un hogar…
Somos una familia de Córdoba capital, profesionales y empresarios. Soy Contadora Pública, aquí Licenciada en Empresariales. Teníamos una empresa de Seguridad contra incendios, Higiene y Seguridad Laboral, muy conocida y bien valorada en el mercado, Bertolez S.L. Vivíamos en el Cerro de Las Rosas y mis hijos mayores estudiaron en colegios privados, Romina, la mayor, en el Mark Twain, colegio bilingüe internacional; Ezequiel, el segundo, en el Instituto Técnico Villada. Los menores, Lautaro y Aldana también en el Mark Twain. Conrado no tuvo tiempo de ir al colegio porque decidimos emigrar y radicarnos en Tarragona, España cuando solo tenía dos añitos. Me case muy jovencita, con tan solo 21 años y siempre pude compaginar mi vida de estudiante, con la vida de empresaria y la de mamá. Tarea nada fácil, pero sí muy gratificante.
Pero un día… ¡Cataplum! Argentina da un vuelco, cierran los bancos, les roban los ahorros a las empresas, familias, instituciones, a todo el mundo. Muchos argentinos deciden emigrar… ¿Se encuadra vuestra determinación en estos parámetros? Y dime porqué Tarragona…
Mi marido se vino primero, en mayo 2002, a buscar trabajo, instalarse, acomodar todo y recién cuando tuvo todo listo vinimos el resto de la familia. Él apuntaba hacia Barcelona, yo solo quería “MAR” a la vista, ya que en Córdoba lo teníamos a 1200 km. Como sucede en casi todos los casos de inmigrantes, siempre hay un amigo que te recibe donde haces pie para empezar la lucha. Este amigo era de Granollers y allí se quedó; pero muy pronto consiguió su primer trabajo en Tarragona y eso definió nuestro lugar de residencia familiar.
¿Sabes Gladys? A los argentinos del Corralito los hemos visto los más viejos en el lugar, como unos advenedizos que sólo venían para tomar aire, rehacerse y posiblemente volver, es decir, más de paso. Pero tú y posiblemente otros paisanos en Tarragona, se aquerenciaron…
Tengo entendido que hay dos o tres contingentes de argentinos bien marcados, primero los del proceso, luego los dentistas y psicólogos y finalmente los del corralito. Y sí, en principio, así nos veían los contingentes de argentinos que habían venido antes y eso se notaba. Éramos el contingente golondrina; pero no fue difícil adaptarse, integrase y relacionarse, al menos para mí y los míos no lo fue.
Mi marido y mis hijos venían con nacionalidad italiana, a mí me llevó seis meses conseguir una residencia con permiso de trabajo, luego un año para homologar mis títulos universitarios y finalmente a los dos años conseguí mi nacionalidad española por ser nieta de españoles emigrados a la Argentina. Actualmente desarrollo actividad de Networker, especialista en marketing de redes.
A los profesionales que emigramos en masa, Gladyz, agrega a quienes estamos encuadrados en el mundo de la comunicación y también se vinieron muchos arquitectos, pero es muy preciso tu análisis ¿En qué circunstancias nació la Casa Argentina de Tarragona?
La Casa Argentina nace como una idea de sentirse en casa, para aquellos que extrañaban demasiado y no podían terminar de adaptarse. También para aquellos que no conseguían trabajo ya sea por documentación o por idioma o simplemente por formas de pensar diferentes.
Luego con el tiempo, se fue convirtiendo en un referente en Tarragona de nuestras costumbres y tradiciones, de nuestras formas de ser y de hablar ¡Más de uno quiere aprender a hablar en argentino ¡ja ja! Desde que se fundó soy la presidente y me acompaña en todo Cecilia Mangini, también aprovecho para agradecerle su incondicional apoyo en todo, porque es realmente una hermana de la vida. Políticamente, participo en el Partido Socialista de Catalunya, siendo delegada del Camp de Tarragona, de la sectorial Nou Gresol, representando a los ciudadanos de España nacidos fuera del territorio español.
Como ves, sigo compaginando mi vida familiar, familiar, social y política. Debo aclarar que todo esto no sería posible sin la gente que, por una u otra causa, por diferentes motivos, me hacen llegar su apoyo y reconocimiento permanente, que reconozco y agradezco de todo corazón; porque son un pilar muy importante para sentirme realizada y feliz.
Tu familia tiene echadas raíces profundas en Tarragona, más allá de las añoranzas…
Desde que llegué a Tarragona, personalmente me sentí muy cómoda, siempre he dicho que creo que es una Ciudad hecha especialmente a mi medida, para mí. Tarragona es preciosa, ofrece una vida completa, tranquila, una mezcla permanente de historia y nostalgia. Como dicen aquí, Tarragona Enamora. Las añoranzas son inevitables, pero se ven recompensadas cuando te sentís bien y estás a gusto con la gente que te recibe como uno más de aquí. En cuanto a mis hijos, que vinieron siendo muy niños, han desarrollado su vida aquí, estudios, trabajos, amistades y parejas catalanas.
El secreto es saber adaptarse y tener don de gente. O sea que volver es impensable para nosotros, a menos que sea a pasear, disfrutar de la familia y amigos, cargar energía y volver. No es el caso de mi marido, que nunca dejó de extrañar y tampoco se adaptó, por lo que ha decidido volverse a Argentina.
Muchas gracias Gladys por este momento de charla. Ya nos veremos un año de estos en esos asados ya clásicos que organiza la Casa Argentina de Tarragona…
ENTREVISTA DE EDUARDO ALDISER / PONTEVEDRA 2014